Celsa ofrece 400 millones más a los fondos
Celsa responde con una nueva propuesta a sus fondos acreedores para firmar su rescate sobre la campana. La compañía ofrece 400 millones más para tratar de evitar que los fondos entren en el capital y, al mismo tiempo, desatascar el apoyo de la SEPI, que aguarda un pacto entre la compañía y sus acreedores para desbloquear su inyección de 550 millones. En el alambre están más de 30.000 puestos de trabajo.
La compañía que pilotan los Rubiralta ha pactado utilizar 400 millones de los 550 que inyecta la SEPI y los 50 millones de la ampliación de capital que realizará el accionista a repagar deuda. Y los otros 150 millones de dinero público irán destinados a impulsar el plan de negocio de la empresa. La SEPI pide que, para rescatar la firma catalana, se aminore la deuda en 1.000 millones. Según el planteamiento de la empresa, repagaría 450 millones y mantendría un préstamo refinanciado de 662 millones a siete años, mientras que los acreedores asumirían una quita de 1.238 millones.
Para aminorar esta elevada quita, la empresa propone ahora un nuevo instrumento por valor de 400 millones, divididos en una cantidad fija y otra variable en función del ebitda logrado entre 2022 y 2030. Lo hará a través de un “bonus adicional”, que los fondos podrán cobrar de la compañía en siete años, cuando devuelva el préstamo a la SEPI, y está garantizado por acciones de la propia compañía.
Los acreedores aún no se han pronunciado sobre esta propuesta, pero hasta ahora han rechazado toda quita de la deuda que no les suponga entrar en el capital. Su última propuesta pasaba con hacerse con el 49% de la compañía a cambio de 485 millones de deuda y lanzar en la Bolsa de Luxemburgo un instrumento por 700 millones, con participación preferente sobre el capital una vez se devuelva el dinero público. La empresa dice que este mecanismo va en contra de las directrices de la SEPI.