Fluidra controlará la húngara Kerex con un desembolso de 4,5 millones
Fluidra, a través de su filial en Hungría, anunció ayer la suscripción de un contrato marco de adquisición por el que controlará la totalidad del capital social de la húngara Kerex tras comprar el 73,23% de sus acciones por aproximadamente 4,5 millones de euros y realizar una aportación de capital social por el 26,76% restante. Según informó la compañía líder en equipamiento de piscinas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la contraprestación acordada por la participación del 73,23% de Kerex se abonará al cierre de la operación, que se prevé que se produzca en septiembre, una vez se hayan cumplido todas las condiciones suspensivas habituales en este tipo de operaciones.
No obstante, la transacción no se llevará a cabo si entre la firma del contrato y el cierre de la misma se produce algún “cambio material adverso que afecte negativa y significativamente al negocio de Kerex”.
Como consecuencia de esta operación, algunos accionistas actuales de Kerex tendrán una participación del 15% en Fluidra Magyarország, la filial húngara de Fluidra. Está previsto que la operación sea inmediatamente positiva a nivel de beneficio por acción (EPS). La firma ahora adquirida, que es uno de los principales distribuidores húngaros
La entidad cree prioritario reforzar su presencia en los mercados donde ya opera
de equipos para piscinas, se integrará en las operaciones actuales de Fluidra en Hungría.
El presidente ejecutivo de Fluidra, Eloi Planes, explicó que, tras épocas de expansión, ahora se centran en el crecimiento interno para ganar cuota en los mercados en los que ya están: “Seguro que abriremos países, pero el valor y oportunidad está en la penetración de los mercados”.
Así lo anunció ayer en el encuentro PwC’s Talks en Barcelona, acompañado del socio responsable de PwC en Cataluña, Ignacio Marull, para abordar la historia de la compañía, el cambio generacional, su salida a Bolsa, la internacionalización y temas de ESG e innovación.
El directivo situó el cambio generacional como “el punto más importante” de la empresa familiar, ya que es donde se pierden la mayoría de compañías y se ve resentida su capacidad para seguir creciendo, según admitió.