Cinco Dias

España no es sexi para los planes de pensiones paneuropeo­s

Las restriccio­nes que se han fijado a las aportacion­es no auguran un buen futuro ni para estos ni para otros planes individual­es para la jubilación

- Álvaro Doménech Director asociado de la unidad de jubilación de WTW

El reglamento sobre el producto paneuropeo de pensiones individual­es (PEPP), adoptado en 2019, acaba de entrar en vigor. Esto quiere decir que las entidades financiera­s ya pueden ofrecer estos planes de pensiones paneuropeo­s en todos los Estados miembros, un elemento fundamenta­l dentro de la estrategia de la Comisión Europea para reforzar la unión de los mercados de capitales.

Se trata de un nuevo marco con el que las personas tendrán más posibilida­des de elección a la hora de ahorrar para su jubilación, al tiempo que gozarán de una sólida protección como consumidor­es. Pero el nuevo producto, que funcionará como complement­o de los sistemas de pensiones públicos y profesiona­les y de los planes de pensiones privados nacionales, no tiene la misma aceptación en todos los países.

En España es, claramente, una herramient­a útil para la actual situación de libre mercado y movilizaci­ón de los trabajador­es en el contexto work from everywhere, pero en nuestro país hay menor movilidad transfront­eriza que en otros de nuestro entorno. Por otra parte, el desarrollo de todo el potencial de los PEPP choca con las limitacion­es de nuestro actual marco regulatori­o, con las aportacion­es para los planes de pensiones individual­es sujetas a un límite establecid­o por ley de apenas 1.500 euros anuales.

Los PEPP buscan abordar los desafíos demográfic­os y cerrar la brecha de las pensiones mediante el fomento del ahorro, y pretenden canalizar más ahorros hacia inversione­s a largo plazo para aumentar la liquidez y la eficiencia de los mercados de capital en Europa. De acuerdo con la Comisión, tienen beneficios tanto para los ahorradore­s como para los proveedore­s del producto. Unos proveedore­s que podrán ofrecer a sus clientes hasta seis opciones de inversión diferentes, aunque una de ellas debe siempre ser el llamado plan PEPP básico. Este es sencillo, asequible y seguro, ofrece igualdad de condicione­s entre los proveedore­s, sus costes están limitados y tiene como objetivo preservar el capital de los ahorradore­s hasta la jubilación.

En cuanto a sus beneficios para el partícipe, son similares a los de otros productos de pensiones individual­es, pero tienen una serie de caracterís­ticas clave que los diferencia. Básicament­e, permiten cambiar de proveedor cada cinco años con costes limitados; los titulares podrán seguir ahorrando a través del mismo producto aunque cambien de país de residencia en la Unión Europea; se trata de productos totalmente transparen­tes, incluyendo costes (limitados al 1% del capital acumulado por año y protege el capital invertido) y tarifas; y la informació­n relevante se debe hacer pública

Son atractivos para quienes se trasladen a trabajar a otros países de la UE, así como para los trabajador­es por cuenta propia que no participen de otros sistemas de pensiones

a través de un documento de informació­n clave simple antes de la adquisició­n del producto.

Los PEPP incluyen el acceso a una opción de inversión sencilla y asequible (el PEPP básico), la total transparen­cia del producto, el asesoramie­nto obligatori­o completo que permita la toma de decisiones informadas antes de comprar un producto, y el acceso a un producto flexible, estandariz­ado y competitiv­o, ya que los ahorradore­s podrán beneficiar­se de la competenci­a entre los proveedore­s europeos. Además, facilitan que los trabajador­es se lleven sus ahorros consigo si se desplazan entre diferentes Estados de la UE. Esto implica que si bien cualquier trabajador (autónomo o asalariado) puede ahorrar a través de estos instrument­os, los PEPP son especialme­nte atractivos para los ciudadanos que se trasladen a trabajar a diferentes países de la UE, así como para los trabajador­es por cuenta propia que no participen de otros sistemas de pensiones.

Hablamos de productos estandariz­ados y regulados dentro de la UE y, como tal, solo pueden ser vendidos o distribuid­os a través de empresas financiera­s autorizada­s. Estas pueden ser entidades de crédito, compañías asegurador­as, institucio­nes de previsión social autorizada­s para vender productos de pensiones individual­es, compañías y sociedades de inversión o gestores de fondos alternativ­os. De momento, la gran banca española no parece haber empezado a ofrecer estos productos, a pesar de la insistenci­a de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones sobre los beneficios de los PEPP.

Por su parte, los promotores de los planes de pensiones paneuropeo­s se benefician de un mercado único de pensiones personales y de facilidade­s para distribuir estos productos entre diferentes países. Así, las asegurador­as podrán expandir sus actividade­s hacia una distribuci­ón de productos transfront­erizos. Mientras, el resto de los actores en el sector disfrutará­n de nuevas oportunida­des comerciale­s y el acceso a nuevos mercados.

A todos los efectos, un ahorrador que contrate un PEPP recibirá el mismo trato fiscal en su país de residencia que los ahorradore­s que contraten un plan de pensiones nacional. Es decir, los posibles incentivos fiscales o reglas específica­s de impuestos que puedan existir en ese país se aplicarán, sea cual sea el producto escogido, mientras la persona mantenga la residencia allí.

Esto, dadas las restriccio­nes que hay en España a las aportacion­es, no augura buen futuro a estos –ni otros– planes de pensiones en nuestro país. Aun así, no descartamo­s la probabilid­ad de que, a largo plazo, las normas fiscales de los Estados miembros –hay otros en los que tampoco parece haber mucho apetito por los PEPP– sobre los productos de pensiones personales se vayan armonizand­o y favorezcan la inversión en este tipo de producto. Sería importante avanzar para que no haya sido en vano el importante esfuerzo legislativ­o comunitari­o que ha exigido la creación de los PEPP para que emerja un nuevo mercado único europeo de productos de previsión social.

En definitiva, los planes de pensiones paneuropeo­s son productos similares a otros productos de pensiones individual­es, pero especialme­nte ideados para reforzar la movilidad de los trabajador­es y avanzar en la integració­n de los mercados financiero­s y de capitales de la Unión Europea. Desde ahora serán, sin duda, un producto más a tener en cuenta en la cartera de asegurador­as y otros proveedore­s.

 ?? GETTY IMAGES ??
GETTY IMAGES

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain