El efecto bola de nieve amenaza con arrasar la industria de los criptoactivos
Las crisis de terra y Celsius revelan las debilidades de muchos proyectos Coinbase ajustará plantilla ante la llegada de un “criptoinvierno”
Las subidas de tipos de la Reserva Federal de Estados Unidos han puesto patas arribas a la industria de los criptoactivos y las finanzas descentralizadas. Las crisis de proyectos como terra o Celsius ponen de relieve que el mundo del dinero virtual es un gigante con pies de barro. Las dudas empiezan a cundir entre todas las monedas electrónicas y el efecto contagio amenaza con arrasar todo este nuevo sector de la inversión.
El bitcóin ahondó ayer las fuertes caídas de la víspera y llegó a cotizar por debajo de los 22.000 dólares. En dos días se ha dejado un 24% de su valor. Está en unos niveles que no se veían desde finales de 2020. Hay que recordar que esta moneda llegó a valer 65.000 dólares en noviembre del año pasado.
Un síntoma de lo que está pasando está en el anuncio realizado ayer por Brian Armstrong, el consejero delegado de Coinbase –una plataforma cotizada de intercambio de criptoactivos–. El directivo ha comunicado a los mercados que van a recortar el 18% de su plantilla ante lo que ha calificado de un inminente “criptoinvierno”.
El bitcóin se creó hace ya 14 años, pero su auténtico despegue en términos de entrada de dinero y de llegada de nuevos inversores no se produjo hasta 2017, coincidiendo un largo periodo de dinero barato. El salto exponencial tanto en bitcóin como en otras criptodivisas se dio en 2020, tras las fuertes inyecciones de estímulos monetarios para tratar de combatir los efectos económicos de la pandemia.
Los adalides del dinero virtual defendían entonces que este tipo de activos digitales permitiría descorrelacionarse de la evolución de los mercados financieros. Que no caerían cuando lo hiciera la Bolsa. Pero no ha sido así. Las subidas de tipos de la Fed han provocado un terremoto en la renta fija, en la renta variable y también en los criptoactivos, con desplomes en 2022 que van del 55% al 90%.
“Los inversores deben ser muy conscientes de lo interconectados que están los productos de las llamadas finanzas descentralizadas, así como de que todos ellos se ven afectados por la política de la Reserva Federal”, explicaba ayer a la agencia Bloomberg Hilary Allen, profesora de Derecho de la de la American University, especializada en la regulación de la estabilidad financiera. “No hay ningún ‘refugio seguro’ para las criptomonedas”, afirma.
El primer aldabonazo sobre las fragilidades de estos activos se produjo en mayo. Fue entonces cuando una de las llamadas “monedas estables”, porque tenía un valor equivalente al dólar, empezó a sembrar dudas. Terra USD dejó de valer un dólar, lo que hizo sonar todas las alarmas. Además, muchas plataformas de préstamos de criptoactivos lo utilizaban como colateral, lo que hizo que otros proyectos se tambaleasen.
El lunes fue el turno de la plataforma de criptomonedas Celsius Network, que hasta mayo poseía más de 2 millones de usuarios y gestionaba más de 11.287 millones de euros en activos. La compañía anunció que había interrumpido las retiradas, intercambios y transferencias en su red, lo que provocó un venta masiva de criptoactivos. El token CEL, perteneciente a Celsius, cayó en la sesión hasta un 62,5%, mientras que el bitcóin se dejaba un 17% y la divisa virtual ether más de un 20%.
Jeff Dorman, director de inversiones de Arca Capital Management, explicaba recientemente en una nota para inversores que “este ya no es un mercado normal, porque las garantías, la liquidez del mercado se está agotando y los prestamistas están luchando y retrocediendo”.
Algunos de estos proyectos de divisas virtuales prometían rendimientos anuales del 20%, supuestamente garantizados, hace ya unos meses, cuando el rendimiento del bono americano a 10 años aún estaba en menos del 2%.