Algunas de las limitaciones a estas medidas
Menú a la carta. Según Marisa Méndez, psicóloga, coach y profesora experta en programas de bienestar para abogados, herramientas como el teletrabajo en verano no se puedan imponer en las firmas de manera generalizada a todos los abogados. “Yo lo veo más como una especie de menús que cada uno puede ir configurando según le venga bien, según su situación personal y familiar”, opina.
Necesidades de clientes. Estas modificaciones en el horario o en la modalidad de trabajo en verano se adaptan, tal y como declaran la mayoría de las firmas consultadas, a lo que requieran los clientes, a los que se atiende presencialmente o, en su defecto, por teléfono o a través de e-mail, fuera de la jornada laboral o incluso a pesar de estar de vacaciones.
Circunstancias del equipo. Los despachos que incorporan este límite afirman que los abogados tendrán que adaptar la jornada en función de las necesidades de su departamento, coordinándose con sus compañeros y con los socios del bufete.
Disponibles para acudir. En estos casos, si surge una necesidad urgente de presentarse en la oficina, los abogados que están teletrabajando deberán acudir lo más rápido posible.
Clientes o compañeros en el extranjero. Las firmas internacionales señalan que sus abogados, al trabajar con clientes y compañeros que están fuera de España, suelen tener que adaptar su jornada a esta circunstancia.
Plazos procesales. En prácticas, como litigación, el cumplimiento con los plazos procesales o administrativos puede suponer que el abogado tenga que cambiar su jornada a pesar de estar en periodo de horario intensivo.