El BIS pide a los bancos centrales actuar con decisión para atajar el rally de los precios
Alerta del riesgo de estanflación para la economía global
La economía mundial está a las puertas de un periodo de escaso crecimiento y elevada inflación, conocido como estanflación, y los organismos internacionales y analistas no dejan de repetirlo ante el temor a que la situación derive en una recesión. El Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) considera que la pandemia, la guerra en Ucrania y la escalada de los precios de las materias primas están nublando las perspectivas para los próximos meses y cree que la economía global corre el riesgo de pasarse de frenada.
El BIS urge a los bancos centrales a actuar con determinación y rápido para devolver la inflación a niveles adecuados, al mismo tiempo que reducen el impacto de la subida de los tipos de interés sobre el crecimiento y salvaguardan la estabilidad financiera. Con ello, busca evitar que los elevados precios se consoliden: “Si lo hace, los costes de volver a controlarla serán más elevados. Los beneficios a largo plazo de preservar la estabilidad para los hogares y las empresas superan cualquier coste a corto plazo”, asegura su director general, Agustín Carstens, en el informe anual de la institución.
El BIS considera así que la prioridad de los bancos centrales debe ahora pasar por restablecer una inflación baja y estable. Pero apunta que para ello deben tratar de minimizar el impacto en la actividad económica salvaguardando así la estabilidad financiera. El mensaje llega en pleno proceso de normalización de la política monetaria de los bancos centrales tras años en los que los tipos han estado ultralaxos y en un momento en el que desde la Reserva Federal de EE UU no se descarta acometer una nueva subida de 75 puntos básicos en la cita de julio con el objetivo de atajar la peor inflación de los últimos 40 años.
La duda de organismos internacionales y analistas es cómo de suave será el aterrizaje de la economía. Desde el BIS creen que es clave hacerlo de forma suave, pero reconocen que la empresa puede resultar más difícil que nunca.
Por el momento, el BIS descarta que se repita la estanflación registrada en los años setenta, en plena crisis del petróleo, debido a la mejora de la política monetaria y la menor dependencia de la energía, pero advierte de que el actual contexto de vulnerabilidad financiera, con una elevada deuda y unos precios de los activos sobrevalorados, podría magnificar cualquier desaceleración.
Ahora bien, el organismo insiste además que los dirigentes políticos deben continuar las reformas para apoyar el crecimiento a largo plazo y sentar las bases de una mayor normalidad fiscal y monetaria a nivel internacional.
Urge a los Gobiernos a continuar con las reformas
Los inversores temen que la subida de los tipos de interés derive en una recesión