La DGT prevé que en año y medio puedan circular vehículos con una alta autonomía
Hoy solo se permiten automóviles con un nivel dos (de cinco) de conducción autónoma
Las Administraciones públicas le están perdiendo poco a poco el miedo al vehículo autónomo. Después de que Alemania y Francia hayan dado pasos para legislar este tipo de coches, el subdirector general de movilidad y tecnología de la DGT, Jorge Ordás, anunció ayer que el Gobierno prevé regular “en año y medio” que vehículos con un alto grado de autonomía puedan circular por las calles españolas.
La autonomía de este tipo de coches se mide desde el nivel cero, en el que el conductor hace todas las tareas, hasta el cinco, en el que el vehículo puede prescindir de la persona y se conduce solo. Actualmente, en España solo se permite que circulen por la vía pública coches con un nivel dos, un grado en el que los vehículos cuentan con un asistente a la conducción que puede controlar tanto el movimiento lateral como el longitudinal, pero el automóvil no está capacitado para responder ante obstáculos imprevistos.
A lo que aspira la DGT, según explicó Ordás en un acto organizado por Anfac, la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones, es a “tener en seis meses un texto regulatorio” para así poner en marcha el proceso legislativo que permita la circulación de vehículos con un mayor grado de autonomía. Una vez regulado (un proceso que la DGT estima que llevará unos 18 meses), Ordás prevé que se habiliten los coches autónomos de grado cuatro o incluso cinco. Sin embargo, esta última es una opción que no dio por segura.
Ordás aseguró que “el vehículo autónomo llegará”, pero incidió en que no es viable poner balizas por todas las carreteras de España para que este tipo de coches puedan andar. “Estos vehículos tendrán que ser capaces de funcionar con sus propios sistemas, incluso en caso de que se caiga la red”, añadió.
Ordás hizo este anuncio en la presentación del primer informe sobre vehículo autónomo y conectado de Anfac, cuyo objetivo es mostrar el desarrollo de esta tecnología en España y su implementación. Según el estudio, un 23% de la oferta de coches ya tiene una tecnología de autonomía nivel tres, aunque esta no esté permitida por la regulación española. “Está incorporada pero no está activa”, afirma el informe. En el caso de los vehículos comerciales, el porcentaje es de solo el 5%.
En el estudio, Anfac indica que España tiene que mejorar en aspectos como la ciberseguridad o la inversión tecnológica para favorecer la implementación del coche autónomo y conectado, aunque destaca la gran red de carreteras de España, la mejor entre los países analizados en el informe. En el global, España queda por detrás de Alemania, Francia y Portugal, pero por delante de Italia.
La DGT aspira a regular hasta el grado cuatro, el escalón anterior a la autonomía total
España está retrasada respecto a Francia y Alemania en el desarrollo del coche autónomo