Bankinter recomienda tomar posiciones en Bolsa si el S&P 500 baja a los 3.400 puntos
En un momento en el que la volatilidad impera en los mercados y está dejando tras de sí importantes caídas tanto en la renta fija como en las Bolsas, el departamento de análisis de Bankinter cree que se dan las circunstancias para reenfocar su estrategia desde un perfil defensivo a uno más constructivo. Aunque el verano se plantea difícil y el otoño incierto, Ramón Forcada, director del departamento de análisis y mercados de Bankinter, recomienda empezar a tomar posiciones en renta variable cuando el S&P 500 alcance los 3.400 puntos. Es decir, que después de haber caído más de un 18% en lo que va de 2022, el índice estadounidense podría bajar un 12,8% adicional. Con la vista puesta en 2023, el PER estimado para el índice oscilaría entre las 13 y 14,4 veces, una valoración que dista mucho de la media de 20 veces de los últimos 20 años. Para el Ibex 35 el nivel adecuado para aumentar la exposición se sitúa en los 8.200 puntos. Juan Tuesta, analista de la firma, resalta que el ajuste de los mercados no ha terminado, pero que ese momento “está cerca” y la situación mejorará después del verano.
En Bankinter siguen manteniendo un perfil defensivo, algo que se refleja en los sectores. Los expertos se decantan por aquellos que sean capaces de capear el temporal como las materias primas, las infraestructuras, la banca y el sector de defensa que seguirá representando una buena alternativa en contexto de guerra en Ucrania y sacará partido del aumento del gasto en defensa que preparan los Gobiernos y del que se debate esta semana en la cumbre de la OTAN que se celebra en Madrid. Dentro del sector bancario los expertos destacan a las entidades españolas domésticas. Es decir, las mejor posicionadas en un contexto de subida de tipos.
Si complicada resulta la inversión en Bolsa mayor resulta la toma de posiciones en la renta fija, un mercado que según lo señalado por el analista Rafael Alonso vive su peor momento desde la década de 1990, debido a la inflación y la normalización monetaria. “La inflación pesa como una losa en los bonos porque afecta a los rendimientos y los hace menos atractivos. En este escenario recomienda proteger y disminuir el riesgo de duración. El experto ve al bono alemán en el 2% a final de año y al español en el 3,3%. Desde Bankinter creen que la probabilidad de fragmentación de los mercados de deuda es “bajísima”.
Elige a la banca española doméstica como una de sus preferidas