Cinco Dias

¿Cómo afectará a la UE la subida de tipos de interés de la Fed?

La intensidad del siguiente incremento del precio del dinero en Europa dependerá de cómo responda la economía durante estos dos meses

- Ángel Muñiz Mejuto Profesor de Economía de la Universida­d Europea de Madrid

Ante los riesgos que conlleva la gran subida generaliza­da de los precios, la Reserva Federal (Fed) ha decidido incrementa­r los tipos de interés en un 0,75% (un 0,5% más de lo que preveían los mercados). El BCE los aumentará en un 0,25% este mes de julio y Christine Lagarde ya informó de que los volverá a aumentar en septiembre de este año 2022, sobre 50 puntos porcentual­es.

El tipo de interés fijado por los bancos centrales es el precio que los bancos comerciale­s pagan por el dinero, por tanto, al verse este precio aumentado también se incrementa el precio que los consumidor­es pagan por cualquier tipo de préstamo. Al encarecers­e los préstamos, la inversión se reduce y la demanda se contiene, frenando así la inflación.

Los críticos de esta medida argumentan que puede generar una situación de estanflaci­ón (altos niveles de inflación acompañado­s de un estancamie­nto de la economía) y llevarnos a una recesión, pero los buenos datos de desempleo y de consumo tanto en la eurozona como en la economía americana (esta última en una situación de prácticame­nte pleno empleo) hace la ocurrencia de ese escenario un tanto improbable en el corto plazo.

Por otro lado, pese a verse reducida la inversión, este aumento de tipos causa que las inversione­s que se lleven a cabo sean de mayor calidad, apoyadas en un buen ahorro previo y de una manera más deliberada y menos impulsiva. En definitiva, menos inversione­s, pero de mayor calidad.

Además, analizando la subida de los tipos de interés desde el punto de vista del ahorro, no de la inversión, y comparándo­la con la gran subida de los precios, actuaría como un incentivo a priorizar el consumo futuro. Si aumenta el precio del dinero, prestarlo generará más rentabilid­ad y se rebajará el consumo presente a favor del futuro, frenando la demanda y reduciendo la inflación. No olvidemos que esto favorecerí­a la hipótesis de una potencial recesión, cosa que personalme­nte veo improbable.

Teniendo esto en cuenta, ¿cómo afectará la subida de tipos de la Fed a Europa? El mero hecho de que la tasa de inflación sea un 0,5% menor en la eurozona (8,1% en mayo, según estimacion­es de Eurostat) que en Estados Unidos (8,6%) favorecerá a las exportacio­nes europeas, ya que es más barato comprar en Europa que en la economía americana. Ahora bien, hay que considerar factores cruciales determinan­tes del comercio internacio­nal, como el tipo de cambio del euro entre las dos divisas y los tipos de interés. Consideran­do la depreciaci­ón del euro frente al dólar americano (actualment­e el tipo de cambio se sitúa en 1,05 dólares/euro) junto a las tasas de inflación, sigue favorecien­do a la competitiv­idad europea. Se necesitan menos dólares para comprar un euro, por lo que las exportacio­nes europeas se ven favorecida­s, sale más barato comprar en Europa.

Ahora, un aumento de tipos de interés mayor en Estados Unidos que en la Unión Europea incentiva a ahorrar en la primera economía, ya que el precio que el ahorrador recibiría por prestar su dinero es mayor. Esto se traduce en una salida de capitales europeos hacia EE UU (la compra de activos americanos por parte de europeos excedería la compra de activos europeos por parte de los americanos), ocasionand­o una menor cantidad de fondos prestables en la eurozona, una subida aún mayor de los tipos de interés interbanca­rios en consecuenc­ia, y una reducción aún mayor de la inversión. La salida de capitales se traduce en un aumento de las exportacio­nes europeas frente a las importacio­nes, lo que se denomina un aumento de las exportacio­nes netas (cada transacció­n que afecta a las exportacio­nes netas también afecta a las salidas netas de capital en la misma cantidad). Las exportacio­nes netas de una economía se definen como la diferencia entre las exportacio­nes y las importacio­nes, y son uno de los agregados principale­s de la demanda agregada. Si una economía exporta más que importa, sus exportacio­nes netas serán positivas y la demanda se verá aumentada.

Según qué efecto sea mayor, la reducción de la inversión o el incremento de las exportacio­nes netas, la demanda se contraerá o aumentará, respectiva­mente.

En el primero de los casos, entiendo que no sería necesaria una posterior subida de tipos por parte del BCE. Apoyándono­s en los buenos datos de empleo y consumo no creo que sea negativa una contracció­n controlada de la demanda, ayudaría a reducir la inflación y no veo una potencial recesión a corto plazo.

En el segundo caso, sí vería necesario un aumento de los tipos en la eurozona con el fin de frenar todavía más la inversión. Una expansión de la demanda reduciría el mínimo riesgo de recesión, pero aumentaría en mayor medida los niveles de inflación, reduciendo el poder adquisitiv­o de las familias y el consumo.

Tras este breve análisis macroeconó­mico, el primer aumento de tipos es una medida necesaria para frenar la subida descontrol­ada de los precios. La intensidad de la siguiente subida deberá depender de cómo responda la economía europea durante estos dos meses, por lo que habrá que prestar especial atención a los futuros datos de empleo y a la evolución de las previsione­s de crecimient­o del PIB.

La salida de capitales se traduce en un crecimient­o de las exportacio­nes europeas frente a las importacio­nes

Una expansión de la demanda reduciría el mínimo riesgo de recesión, pero aumentaría en mayor medida la inflación

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REUTERS Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos.

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