Los alimentos y la electricidad disparan el IPC al 10,8%
Se trata del peor dato registrado desde septiembre de 1984 La tasa subyacente también está sin control en el 6,1% interanual
La presión que los precios están ejerciendo sobre la economía española no cesa. Así, el indicador adelantado de IPC publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), arroja como resultado una subida de 6 décimas en julio hasta alcanzar una tasa interanual del 10,8%, la tasa más elevada desde septiembre de 1984.Esta evolución ha sido la consecuencia de la subida de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, y la electricidad, junto a la evolución de vestido y calzado. Destaca no obstante el descenso de los precios de los carburantes, como consecuencia de la cierta moderación en el precio del petróleo.
Sin embargo, el dato que puede decirse es el más preocupante, es la evolución de la tasa subyacente que excluye los elementos más volátiles como los alimentos frescos y los productos energéticos, ya que también se elevó en 6 décimas hasta el 6,1% interanual, la tasa mayor desde enero de 1993. Pese a lo negativo de las cifras, era algo esperado por los analistas, que en las últimas semanas han reducido sus estimaciones de PIB y al alza las de inflación hasta situarla de media por encima del 8%.
Los precios comenzaron a escalar en España a la vuelta del verano de 2021 impulsados fundamentalmente por el precio de la energía, con lo que el IPC medio anual cerró el ejercicio pasado en el 3,1%.
Pero lo que parecía un aumento muy coyuntural cuyos efectos desaparecerían en primavera, se ha convertido en una auténtica pesadilla, por los efectos de la guerra en Ucrania, tanto en los precios energéticos y de materias primas y alimentos.
El tsunami al que se están viendo sometidos los precios de los productos de la cesta de la compra también están pasando una dura factura al conjunto de los ciudadanos que se refleja a través de una clara pérdida del poder adquisitivo de compra. Con el mismo dinero se pueden comprar menos cosas. Una aproximación cuantificable del dinero que podría suponer este impacto de la escalada inflacionista en dichas rentas, podría rondar los 110.000 millones de euros de reducción en el poder de compra de los salarios y los depósitos, según cálculos de este diario.
El gobernador del Banco de España lanzó la idea de la conveniencia de realizar un pacto de rentas con el fin de evitar que el repunte de los precios se interiorizara en la economía. A principios de julio, la vicepresidenta económica hizo una convocatoria de esta mesa de negociación en la que pidió moderación de márgenes y salarios por un plazo de 3 años, aunque si se comprometió a elevar el salario mínimo interprofesional (SMI).
Los precios de los alimentos, la electricidad y la ropa explican este nuevo descalabro
Los analistas sitúan la inflación media este ejercicio por encima del 8%