Relojes inteligentes y ultrarresistentes
Recogen el testigo de los G-Shock de Casio
Los relojes inteligentes nos llevan acompañando ya muchos años y se han convertido, junto a las pulseras, en los wearables más populares en el mercado. Esto ha dado pie a que el segmento evolucione hacia lugares adonde antes habían llegado otros fabricantes con relojes tradicionales, de pantalla LCD. Todos recordamos los G-Shock de Casio, unos relojes diseñados para aguantar golpes y temperaturas extremas, que ahora también tienen versiones inteligentes. Pero cuentan con una gran competencia por parte de marcas que hacen dispositivos especialmente asequibles. Es el caso de Amazfit, con su T-Rex 2 o el Garmin Fenix Epic.
Actualmente tenemos muchas opciones a la hora de hacernos con un reloj ultrarresistente. Y en todos los casos se suelen caracterizar por contar con una resistencia a los golpes y los elementos muy superior a la habitual. Es el caso del Amazfit T-Rex 2, que recientemente llegaba a España. Se caracteriza por contar con la certificación de resistencia de grado militar, MIL-STD 810G. Esta permite al reloj resistir a temperaturas de hasta 70 grados centígrados, así como a 40 grados bajo cero de frío. También es resistente a la humedad, hasta 240 horas, o a la niebla salina, un total de 96 horas.
Gracias a esa certificación, que es básica en un reloj de estas características, tenemos también resistencia a impactos de todo tipo, así como al hielo y la lluvia helada. Es decir, que estamos ante un reloj que te puedes llevar de acampada, de escalada o incluso para navegar con una pequeña embarcación. No hay más que ver el aspecto de este reloj para entender que será un dispositivo que pueda resistir sobradamente a cualquier percance que pueda surgir de alguien a quien le gustan los retos extremos. Y no hablamos solo de hacer deporte, sino de alguien que puede trabajar en una obra o en entornos empresariales donde el polvo o la humedad estén presentes.
Unos relojes que como este Amazfit nos ofrecen todo lo que podemos esperar de un buen reloj inteligente. Comenzando por una pantalla Amoled, que en este caso tiene un tamaño de 1,39 pulgadas, así como una resolución HD de 454 x 454 píxeles. Su densidad por tanto es de 32 píxeles y tiene un cristal muy resistente para evitar los arañazos. Como decíamos es resistente a los elementos, y por ejemplo en el caso del agua, resiste hasta 10 atmósferas. Por supuesto tenemos todo aquello que nos gusta de los relojes inteligentes, como es el seguimiento de nuestra actividad física o de salud.
Porque este reloj cuenta con numerosos sensores, como por ejemplo uno biométrico BioTracker 3.0 PPG, que puede medir la frecuencia cardiaca, el oxígeno en sangre, así como hacer seguimiento de nuestro sueño nocturno. Para ello dispone de sensores como el de aceleración, giroscópico, geomagnético, barométrico, o de luz ambiental, por lo que con un reloj como este no renunciamos a nada inteligente mientras obtenemos una gran resistencia a los elementos.
Además, es un reloj que presume de una autonomía bastante razonable. Ya que su batería de 500 mAh es capaz de ofrecernos hasta 24 días de autonomía con una carga de 2 horas. Si el uso es intensivo, se reduce hasta los 10 días. Y con intensivo queremos decir la conectividad GPS, que también integra este reloj, y que nos permite ser independientes de nuestro teléfono a la hora de hacer seguimiento de nuestra actividad. Y todo ello por un precio de 229 euros.
Alternativas
En el otro extremo tenemos relojes que multiplican el precio de este, como el Garmin Epix Gen 2, que con un coste que roza los 1.000 euros nos ofrece todo lo que el Amazfit, y mucho más, sobre todo mejor cobertura satélite, mapas más completos, incluso tenemos versiones específicas para navegar, con cartas marítimas y, en definitiva, hablamos ya de palabras mayores y de un público mucho más específico, que también busca un reloj resistente, pero que cuenten con muchas más opciones de actividad.
También tenemos el clásico G-Shock, con su pantalla LCD, que ahora nos brinda también conectividad Bluetooth. No es tan inteligente como los otros modelos, pero lo justo para poder conectarlo con nuestro teléfono, y sigue siendo todo un G-Shock, como el Premium Mudmaster, que tiene un precio algo superior a los 300 euros.
Son perfectos para usar en entornos hostiles