Lamborghini Urus, el SUV que supera todas las expectativas
Un todocamino fuera de lo común por sus prestaciones y comportamiento, acordes a una marca legendaria
Hay pocos todocaminos que puedan presumir de unas características verdaderamente deportivas como el Lamborghini Urus. De hecho, no tiene un rival claro en el mercado. Y eso que su comercialización comenzó en 2017. Pero ni el Porsche Cayenne, ni el Maserati Levante, ni el BMW X6 se le acercan en prestaciones ni, sobre todo, en comportamiento.
A punto de que se desvele su siguiente generación y que, según todos los indicios, no debe cambiar demasiado, este Lamborghini deslumbra a todo aquel que tenga la fortuna de ponerse a su volante. Y nunca mejor dicho, porque para este menester hay que haber desembolsado previamente 237.000 euros. Tras bajarse de él, sin embargo, se puede afirmar que vale cada uno de ellos.
A pesar de arrojar en la báscula un peso de 2.300 kilos, su impresionante mecánica V8 con doble turbo, 650 CV y 850 Nm de par motor lo catapulta hasta más de 300 km/h de velocidad máxima. Y pasa desde parado a 100 km/h en solo 3,6 segundos.
En un primer momento, el cerebro del conductor no asume que, con esa altura (tampoco es tanta, pero bastante mayor que la de habitual en un turismo), pueda moverse tan rápido. Pero lo hace... Y el ambiente a bordo es de lo más deportivo que se puede encontrar en un SUV y ya va preparando al subconsciente para lo que se avecina.
Los asientos de tipo baquet, el volante pequeño y el botón de arranque ubicado tras una tapa roja, similar a la que tienen que abrir los pilotos de los F-18 para disparar misiles, son solo algunos de los detalles del interior del Urus.
Respecto a los modos de conducción son seis, entre ellos algunos específicos para nieve, arena y grava. Esto demuestra, junto con el bloqueo de su diferencial, que es más que válido para estos terrenos, aunque difícilmente el dueño de este coche lo use para moverse fuera del asfalto.
El paso por curva es endiablado y mucho más rápido y aplomado de lo que la lógica dicta para un vehículo de más de cinco metros de largo o más de dos de ancho. Aunque este volumen y su peso pueden pasar factura en rápidos cambios de trayectoria, donde las lógicas inercias llegan a apreciarse, pero siempre bajo control. La frenada acompaña al rendimiento de un SUV único.