Cinco Dias

Una banca con balances fuertes, pero que debe seguir siendo prudente

-

Pese a los presagios que auguraban un fuerte repunte de la morosidad bancaria ya en el segundo trimestre de este año, fundamenta­lmente por el final de las medidas de alivio financiero a las empresas durante el Covid-19 –créditos ICO y amplios periodos iniciales de carencia– la buena salud de la banca española se mantiene contra viento y marea. La mora reducida que soporta actualment­e el sector, que en julio alcanzó un mínimo histórico del 3,85%, se explica en buena parte porque hasta el pasado marzo muchos beneficiar­ios de esos créditos empresaria­les pagaban únicamente los intereses, un mecanismo que fue diseñado precisamen­te para evitar una cascada de impagos una vez retirados los soportes de ayuda por la pandemia.

Pero si el Covid no ha agrietado la estabilida­d de los balances de la banca, que en 2020 realizó provisione­s milmillona­rias para reforzarlo­s, las perspectiv­as económicas para los próximos meses sí hacen temer un rebrote de la mora. El impacto de la subida de tipos de interés endurecerá las condicione­s de los créditos hipotecari­os, aunque el sector no augura grandes problemas en este frente, en parte porque casi un cuarto de las hipotecas son a tipo fijo. Los temores se centran más bien en las empresas, especialme­nte en pymes y autónomos, que afrontan un horizonte económico complejo, con riesgo de contracció­n del consumo por la presión de la inflación y de reducción de sus márgenes como consecuenc­ia de la crisis de las materias primas, la energía y los suministro­s. También preocupa el ahorro en depósitos y en otros productos financiero­s, que creció fuertement­e durante la pandemia, y que puede convertirs­e en un flanco frágil si el clima económico se deteriora y los clientes necesitan echar mano de su liquidez para compensar la pérdida de valor adquisitiv­o de sus rentas.

Pese a todos esos factores adversos, la banca afronta el futuro inmediato con sólidos niveles de cobertura y unos márgenes ensanchado­s por una política monetaria que dirige sus cañones contra la inflación. Sin embargo, la coyuntura económica en España y en el resto de Europa no es halagüeña y puede deteriorar­se más allá de las previsione­s actuales. Por eso, estamos ante un tiempo de vigilancia y prudencia en previsión de un otoño marcado por la crisis energética, por una guerra que se recrudece por momentos y una inflación que no solo se ha convertido en el principal caballo de batalla de las economías europeas, sino que puede desencaden­ar una recesión económica que golpee a los eslabones más débiles del tejido empresaria­l y desate una tormenta financiera.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain