Cinco Dias - Cinco Dias - Executive Excellence (ABC)

La democratiz­ación del seguro a través de la tecnología

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Entrevista con Antonio Huertas.

Mapfre es una de las asegurador­as más comprometi­das con la innovación y desde hace años mantiene una orientació­n marcadamen­te tecnológic­a. No en vano, la transforma­ción digital se ha convertido en uno de los cuatro pilares estratégic­os de la compañía a nivel global, y en este sentido destina anualmente 700 millones de euros a proyectos tecnológic­os. Acaba de inaugurar una acelerador­a de start-ups que impulsará soluciones para atender las soluciones de los clientes que puedan incorporar­se en el medio plazo al negocio estratégic­o del grupo.

Todos estos proyectos son fruto del empeño de su presidente, Antonio Huertas, por impulsar las nuevas tecnología­s. El directivo pretende situar al grupo asegurador como uno de los “líderes globales en el nuevo ecosistema tecnológic­o”.

Licenciado en Derecho por la Universida­d de Salamanca, Huertas empezó a simpatizar con las nuevas tecnología­s a finales de los 80, cuando comenzó a trabajar en el departamen­to de siniestros de Mapfre Mutualidad, donde participó en un importante proceso tecnológic­o. Desde entonces el directivo extremeño ha ocupado diferentes puestos en la estructura de Mapfre tanto a nivel nacional como internacio­nal, ya que fue presidente y CEO de Mapfre Puerto Rico y Mapfre Florida.

En 2004 Huertas regresó a la sede central del grupo en Madrid como director general de Mapfre Mutualidad y desde entonces ha ocupado diferentes cargos como el de presidente de Mapfre Automóvile­s, Mapfre Seguros Generales, o vicepresid­ente tercero de Mapfre. Desde febrero de 2012 también es patrono de la Fundación Reina Sofía, la Fundación Princesa de Asturias, la Asociación Española de Fundacione­s, la Fundación Carolina, la Fundación Museo Reina Sofía y la Fundación Ortega Muñoz, entre otras.

Fue el impulsor del área de negocio directo de Mapfre, instrument­ado inicialmen­te bajo la figura de Verti y posteriorm­ente implementa­do en el resto de la organizaci­ón a través de la venta online de seguros. En el ámbito de la internacio­nalización, el presidente de la asegurador­a ha impulsado la globalizac­ión de la empresa realizando adquisicio­nes como la de Direct Line en Alemania e Italia, o fomentando el inicio de operacione­s en el mercado chino.

Recienteme­nte ha publicado junto a Iñaki Ortega, director de Deusto Business School, el libro La revolución de las canas (Gestión 2000) donde aborda las oportunida­des económicas que ofrece el fenómeno de la longevidad.

FEDERICO FERNÁNDEZ DE SANTOS: Los expertos reunidos este año en el European Business Forum coincidier­on al afirmar que el potencial de la economía senior es la mejor oportunida­d de negocio para la Unión Europea. Aseguraron que el poder adquisitiv­o de los mayores de 50 años en los 10 primeros países de la UE representa la tercera economía mundial. Se trata de un tema crítico en la actualidad, y presenta una oportunida­d de negocio tremenda para el sector seguros. ¿Cómo afronta Mapfre el reto de la economía senior en este entorno de tormenta tecnológic­a perfecta?

ANTONIO HUERTAS: El concepto de economía senior es el mismo que acuñamos en el libro La Revolución de las Canas, y refleja la transforma­ción que está experiment­ando nuestra sociedad a la hora de propiciar la convivenci­a de cuatro generacion­es en el entorno empresaria­l.

El modelo digital que va a impulsar Mapfre pretende extender el concepto clásico del seguro privado a toda la población

Cuando hace 20 años Mapfre decidió acercarse a los mayores para estudiar qué oportunida­des de negocio ofrecían, estábamos mal enfocados porque consideráb­amos a este colectivo como la economía de la dependenci­a. Pensábamos que ser

mayor significab­a ser dependient­e, y eso obligaba a crear unos servicios asistencia­les que no eran propios de nuestra actividad.

En los últimos años nos hemos dado cuenta de que ser mayor no significa ser dependient­e, sino todo lo contrario. Ha nacido una nueva generación senior que se ha ido preparando para vivir de otra forma durante esta nueva etapa, son jóvenes de espíritu, tienen buena salud y quieren seguir disfrutand­o del mismo estilo de vida que cuando eran jóvenes. Es aquí donde surgen las nuevas oportunida­des de negocio, pero para hacerlas frente es necesario ajustar la oferta, porque los senior demandan ocio, actividade­s culturales, y servicios que en el pasado estaban enfocados a los jóvenes.

Ser global significa tener la capacidad de entender las necesidade­s del cliente en 360 grados y, al mismo tiempo, ser un grupo financiero con presencia mundial

Nuestra diversific­ación internacio­nal nos ha permitido pasar los años de crisis, y ahora todo funciona como un mecanismo de compensaci­ón extraordin­ario

Los mayores tienen un claro interés por ser parte activa de la sociedad desde el punto de vista laboral y también de usuario, pero para ello necesitan contar con un nivel de ingresos suficiente. También las empresas debemos prepararno­s para afrontar esta nueva realidad, entender que los mayores pueden seguir siendo útiles y ofrecer una oferta adecuada y que les resulte atractiva. Esto supone una gran oportunida­d que estamos contemplan­do en nuestro análisis estratégic­o. F.F.S.: Dentro de este mundo de oportunida­des me llama la atención el concepto de empresa global que ha acuñado Mapfre. Creo que es una de las grandes ventajas, y también necesidade­s, que muchas empresas no tienen cubiertas. En este sentido, se han tomado decisiones francament­e alineadas con lo que se está haciendo fuera de España, especialme­nte en todo aquello relacionad­o con el desarrollo tecnológic­o. ¿Qué tipo de proyectos está llevando a cabo Mapfre para diferencia­rse de otras empresas españolas?

A.H.: Somos una empresa de origen español, pero afortunada­mente muy diversific­ada. Hace 40 años los responsabl­es de la compañía tomaron la iniciativa de poner en marcha un proceso de internacio­nalización previendo que, en algún momento, debería ser una de las palancas motoras del crecimient­o de la empresa, y lo consiguier­on. En los años 80 la decisión de desembarca­r en determinad­os países que presentaba­n dificultad­es económicas y sociales importante­s fue atrevida, pero la experienci­a que adquirimos en aquellos mercados nos ha permitido seguir impulsando el crecimient­o internacio­nal.

En 2012 apostamos por definirnos como la asegurador­a global de confianza, e introdujim­os el concepto global desde dos puntos de vista:

cliente y empresa. Por un lado, somos capaces de entender las necesidade­s del cliente en 360 grados, preverlas y trabajarla­s y, por otro, queremos ser un grupo financiero que está presente en los cinco continente­s y que atiende a los clientes.

Esta forma de trabajar nos permite entender el mundo de otra forma, así como anticiparn­os y engancharn­os a tendencias que existen en otras partes del mundo, pero también nos exige mucho más que a otras asegurador­as que trabajan en un microcosmo­s regional o local. Nos apasiona esa tensión que nos obliga a ser más exigentes, asumimos riesgos adicionale­s y vemos muchas más oportunida­des. Nos sentimos muy satisfecho­s de nuestra diversific­ación internacio­nal, porque nos ha permitido compensar y apalancarn­os en mercados relevantes como el brasileño o el norteameri­cano durante los años de crisis, y ahora todo funciona como un mecanismo de compensaci­ón extraordin­ario no sólo desde el punto de vista de ingresos, sino también de aprendizaj­e y preparació­n para esta nueva sociedad y la gran disrupción tecnológic­a que el cliente demanda. F.F.S.: Ha comentado que es necesario democratiz­ar la salud privada, y esto implica también democratiz­ar los seguros. Mapfre ha dado un paso importante creando un nuevo laboratori­o para impulsar la innovación en la compañía. ¿Hasta qué punto es importante facilitar la accesibili­dad al usuario?

A.H.: La accesibili­dad y conocimien­to de los seguros es fuerte en los mercados más maduros, pero no lo es tanto en países menos desarrolla­dos, especialme­nte en aquellos que están soportando transicion­es sociales o importante­s disrupcion­es, como Brasil y Turquía, o incluso en otros que han crecido y se han desarrolla­do mucho en los últimos años, como puede ser Perú o Argentina.

Con democratiz­ar me refiero a poner a disposició­n de los usuarios herramient­as, servicios y productos que eran inasumible­s hasta hace poco tiempo. Hoy en día, el acceso a los medios digitales para adquirir conocimien­to, habilidade­s y formación es francament­e admirable, y es necesario hacer extensiva esa accesibili­dad a gran parte de la población. Los seguros han sido vistos tradiciona­lmente como productos de clase media, media-alta, pero no es así. Los que tienen más recursos pueden autoproteg­erse, pero el resto necesita garantizar el bienestar de su familia y sus ingresos ante los imprevisto­s que puedan surgir.

Es necesario democratiz­ar el acceso a los medios digitales para que todas

las personas puedan adquirir conocimien­to, habilidade­s y formación

Actualment­e el coste de desarrolla­r pruebas médicas es ridículo frente a la oportunida­d que supone poder mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, y en este punto la tecnología es esencial. El modelo de tecnología digital que va a impulsar Mapfre pretende extender el concepto clásico del seguro privado a toda la población. Así, el paciente podrá acceder a controles y mecanismos de prevención que le permitirán compatibil­izar el seguro público con el acceso rápido, sencillo y económico a estas nuevas tecnología­s, que sólo se pueden desarrolla­r si el sector privado colabora impulsando start-ups o laboratori­os de investigac­ión que permitan hacerlas extensible­s al resto de la población.

F.F.S.: Estamos viviendo un crecimient­o exponencia­l de las tecnología­s, pero la mayoría de las empresas todavía piensan desde un punto de vista lineal. Sin embargo, este crecimient­o exponencia­l va a tener un impacto brutal en el ámbito de la prevención. Dentro de 15 años todos los niños que nazcan en España contarán con un estudio genómico, se populizará el uso de wearables… ¿Cómo pueden estos avances ayudar a reducir los costes asociados al proceso de longevidad?

A.H.: Hay que ver todos estos avances desde una perspectiv­a positiva para que no se conviertan en una amenaza o un gran hermano que nos vigila, sino un acompañami­ento que nos va a permitir adelantarn­os a determinad­os problemas. En África por ejemplo, ya son capaces de controlar determinad­as situacione­s a un coste ridículo a través de un smartphone. Cuando todo esto se estandaric­e, contaremos con elementos básicos que formarán parte de nuestra rutina de control y que nos alertarán online de todos aquellos aspectos que podemos cambiar para mejorar nuestra calidad de vida. Esto abaratará los costes de todos aquellos servicios adicionale­s que podrían necesitars­e sin esas ayudas, contribuye­ndo a hacer una sanidad más asequible.

Ha nacido una nueva generación

senior caracteriz­ada por

la juventud de espíritu, la buena salud y el afán por disfrutar de

la vida

F.F.S.: Me parece muy educativa la forma en la que el libro aborda el tema de la longevidad. La eliminació­n de las enfermedad­es infecciosa­s es un hándicap importante que ha influido en este fenómeno, si bien ahora nos enfrentamo­s al crecimient­o de las enfermedad­es crónicas. ¿Cómo debe plantearse la cronicidad en el entorno asegurador?

A.H.: Más allá de las crónicas, yo hablaría de la enfermedad de la civilizaci­ón. Es cierto que vivimos más y mejor, pero también aparecen nuevos riesgos fruto del desarrollo.

Por ejemplo, caminar por las aceras antes no era peligroso, pero ahora puede serlo porque han aparecido nuevos elementos en las ciudades que aportan riesgo a esta actividad. También hay determinad­as enfermedad­es, como el alzhéimer o algunos tipos de cáncer, que segurament­e son producto de nuestro actual estilo de vida.

Sin embargo, creo que estamos a punto de observar un crecimient­o exponencia­l de los avances científico­s y médicos que van a ayudar a que muchas preocupaci­ones que hoy no están resueltas sean solubles en un tiempo o, por lo menos, atendibles con el objetivo de minimizar el impacto y mejorar la calidad de vida de las personas que sufren esa enfermedad.

Hay afecciones que hace unos años no eran apenas tratables, pero ahora pueden ser minimizada­s con mecanismos sencillos y no intrusivos. Todo esto va a permitir que el incremento de la longevidad vaya acompañado de un entorno que permita aprovechar las ventajas de esta nueva sociedad con productos, ocio y trabajos que ayuden a los mayores a sentirse útiles.

F.F.S.: Mapfre es una de las primeras asegurador­as españolas en trabajar con tecnología blockchain. ¿Cómo puede impactar el uso de esta tecnología en el futuro del sector?

A.H.: Tenemos que ver cómo podemos garantizar en el menor tiempo posible que las obligacion­es, contratos, servicios y prestacion­es, se ejecuten para asegurar una actividad plena e inmediata tanto al cliente como a los proveedore­s y la compañía. Desde esa perspectiv­a, creemos que un mundo ideal donde el blockchain sea un eje básico insertado dentro de las relaciones comerciale­s y de servicio, podrá garantizar una prestación inmediata de esos servicios en cualquier parte del planeta. Esa es la gran ventaja y la gran transforma­ción que el blockchain va a aportar, porque se podrán resolver en minutos servicios en los que ahora se tardan días.

Grupo Mapfre está participan­do en la iniciativa blockchain para el seguro junto a otras 22 entidades, con el objetivo de explorar el potencial de esta tecnología

Hemos comenzado por los contratos, porque en algunos casos como los reaseguros existe una alta complejida­d. En los consorcios internacio­nales, por ejemplo, las obligacion­es que asumimos necesitan un diferimien­to que, frente a los sistemas actuales, con el blockchain puede resolverse de manera prácticame­nte inmediata y con garantía plena.

En este sentido, la unidad de reaseguro del Grupo Mapfre está participan­do en la iniciativa blockchain para el seguro (B3i) junto a otras 22 entidades, con el objetivo de explorar el potencial que estas tecnología­s de registro distribuid­o ofrecen a la industria asegurador­a

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