Smart Social Sicav Un ‘outsider’ a contracorriente
Antoni Fernández no es un gestor al uso. Vive en un pequeño pueblo en la comarca de Osona (Cataluña) y trabaja desde casa. En su despacho monitoriza la evolución de los mercados bursátiles europeos, la cotización del petróleo y los futuros sobre el S&P 500... pero jamás acude a presentaciones para inversores de grandes emisores o compañías. Es un anacoreta financiero, que ha tenido mucho éxito.
Su enfoque es fundamentalmente de análisis técnico. Trata de predecir las tendencias de los mercados viendo la evolución histórica de la cotización de acciones y índices. Viendo si un valor está en máximos. O si ha habido muchas ventas por parte de directivos. Desde que empezó a gestionar Smart Social Sicav, en mayo de 2015, el vehículo ha rentado casi un 22% (frente al 0,92% del Dax o el -9,69% del Euro Stoxx 50).
Su estilo de inversión es plenamente libre, aunque desde que tomó las riendas de la sicav han predominado las apuestas bajistas. La clave del éxito es saber cuando la Bolsa ha caído lo suficiente. “En diciembre lo tenía claro. La corrección había sido muy fuerte y deshice posiciones con fuertes ganancias. Entonces invertí en algunas compañías españolas y alemanas que habían caído mucho, pero la recuperación fue muy rápida y volví a ponerme corto”, explica. En mayo, la sicav se revalorizó un 5,55%.