La pandemia ha disparado el trabajo de los despachos
La oferta de asesoramiento debe hacerse con sensibilidad
Mientras la gran mayoría de los sectores económicos se preparan para afrontar las enormes dificultades ocasionadas por la crisis del coronavirus, el legal vive esta situación de forma muy particular. Por un lado, los despachos no son ajenos a la grave preocupación que afecta a empresas y ciudadanos. Pero, por otro, según relatan, experimentan un pico de trabajo fruto de las enormes complicaciones jurídicas que la pandemia está causando en todos los órdenes: laboral, contractual, fiscal, etc. Un torrente de consultas y encargos que es previsible que aún crezca en las próximas semanas.
Y todo ello, con sus estructuras y sus modelos de organización puestos a prueba por las medidas de prevención del contagio. La mayoría de los bufetes ha mandado a toda o a una gran parte de su plantilla a teletrabajar, una decisión que supone un duro examen a nivel técnico y organizativo. Sus clientes lo saben y muchas grandes
Muchas empresas piden a los bufetes que garanticen su disponibilidad ante la crisis
Al abordar la cuestión, los letrados evitan fórmulas que azucen el miedo