Francia impone a Apple una multa de 1.100 millones por prácticas abusivas
La acusan de fijar un sistema en la distribución que impedía la competencia Ingram Micro y Tech Data también son sancionadas
La autoridad francesa de la competencia (ADLC) impuso ayer a Apple una multa récord de 1.100 millones por comportamiento anticompetitivo en su red de distribución y venta física. El organismo acusó a la compañía de haberse aprovechado de forma ilegal de la dependencia económica de sus revendedores independientes prémium, para beneficiar a sus propias tiendas y a ciertos mayoristas en detrimento de otros revendedores autorizados. La ADLC determinó tres áreas en las que Apple cometió prácticas contra la competencia. Según la presidenta de la institución, Isabelle de Silva, la compañía de Cupertino repartió sus productos entre dos mayoristas, impidiendo la competencia entre los diferentes canales de distribución de la marca de la manzana; impuso precios de venta a los minoristas independientes que debían coincidir con los que aplicaba el grupo en sus propios Apple Store y en su página web, y abusó de la “dependencia económica” de los revendedores a la hora de recibir los productos, y en particular los más solicitados.
Más en detalle, la ADLC acusó a Apple de privar a los distribuidores prémium de productos suficientes para atender la demanda, mientras las tiendas de Apple y otros comercios minoristas no tenían problemas de stock, lo que provocó pérdida de clientes para esas empresas, que a veces se vieron obligadas a comprar directamente a Apple, como si fueran un cliente más, los productos que necesitaban para cumplir con las reservas de nuevos lanzamientos.
Además, si estos distribuidores decidían aplicar descuentos a los productos de Apple, la empresa favorecía a otras tiendas en los envíos de stock y un comercial de la firma les instaba a elevar los precios.
La ADLC también impuso multas a los dos mayoristas de Apple en Francia, Tech Data e Ingram Micro, con sendas multas de 76,1 y 62,9 millones por aceptar e implementar las estrategias de distribución y precios fijadas por Apple.
La investigación antimonopolio arrancó tras presentar eBizcuss, un revendedor prémium de Apple, una queja en 2012. La firma acusó a Apple de “abuso de posición dominante”, “abuso de dependencia económica” y “competencia desleal”. Se declaró en quiebra ese año. Había llegado a tener 15 tiendas en Francia y 130 trabajadores.