España “no aceptará una troika” en la gobernanza del fondo de reconstrucción
El Gobierno dice que no permitirá un recorte en los 750.000 millones en ayudas Avanza que vigilará posibles perjuicios para la PAC
El Gobierno de España planteará una serie de líneas rojas en la negociación que los 27 líderes de la Unión Europea mantendrán el próximo viernes y sábado en Bruselas para intentar cerrar el fondo de reconstrucción tras las modificaciones propuestas el viernes por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. La gobernanza de las ayudas vinculadas al coronavirus y que las partidas de la PAC no se vean rebajadas son algunos puntos sobre los que peleará el presidente Pedro Sánchez.
El fondo de 750.000 millones de euros propuesto por la Comisión en mayo fue validado el viernes por el Consejo con algunas modificaciones en la letra pequeña. Se mantiene su tamaño, pero cambian detalles de la gobernanza, la condicionalidad y los criterios de asignación y reparto. El presupuesto comunitario, cifrado en un primer momento en 1,1 billones de euros, se reduce de forma simbólica hasta los 1,074 billones.
Según la última propuesta de Michel, el acceso al dinero, vinculado desde el primer momento a reformas de tinte verde y digital, estará supeditado ahora a la mayoría cualificada del organismo, es decir, de los propios Estados miembro. Habrá, por lo tanto, mayor fiscalización de unas capitales a otras, para así controlar que los presupuestos se gastan en lo que decidan la mayoría. Esta medida ya existía en el primer diseño, pero ahora los socios tienen algo más de poder.
En relación a la gobernanza, explicaron el viernes fuentes del Gobierno español en un encuentro con los medios, “buscamos un equilibrio entre la consulta y participación de los Estados miembro, porque es legítimo que los socios quieran saber en qué quieren gastar el dinero las capitales, y la efectividad y eficiencia en todo el proceso”.
El Ejecutivo aún tiene que estudiar a fondo los detalles del nuevo plan lanzado el viernes por Michel, pero lo que está claro, recalcaron estas fuentes, es que “España no va a aceptar una Troika en el proceso de aprobación de los planes ni en su gobernanza”. “Sí nos sentimos cómodos con que la asignación de los fondos esté vinculada al semestre europeo. No nos preocupa una participación del Consejo siempre que se garantice que una vez que se aprueben los planes haya agilidad. Lo que no aceptaremos es que un país pueda vetar”.
Las decisiones en el Consejo se toman por unanimidad, recordaron estas fuentes, pero hay que tener en cuenta que en una situación tan crítica como la actual “ningún país debería vetar los planes de ningún socio”. Para el Gobierno, por lo tanto, “no es aceptable” que se exija una unanimidad con la que las capitales traten de imponer reformas que no tengan que ver con los objetivos marcados.
Otro de los puntos vitales es la cantidad del fondo de reconstrucción, de 750.000 millones (500.000 millones en subvenciones y 250.000 millones en préstamos). En esta línea, las mismas fuentes dejaron claro que España no va a aceptar ninguna rebaja. En un principio, “pedíamos la movilización de 1,5 billones. Los 750.000 millones de euros ya nos parecen una cifra que no puede reducirse”.
España también va a defender la próxima semana que no haya recortes en la PAC o la cohesión, dos políticas, como tantas otras, que dependen de las asignaciones del presupuesto comunitario para 2021-2027 (1,074 billones de euros según la última propuesta de Michel). En concreto, España mira a la Política Agrícola Común (PAC), un “pilar esencial para la transición ecológica y un punto muy importante de la negociación”, han señalado estas fuentes. El Gobierno no quiere hablar de líneas rojas, pero sí considera la política agrícola “un pilar vital”. “Estaremos muy vigilantes” a este respecto.
Los ejes a los que el Gobierno quiere dedicar el dinero son la transición verde y digital, el capital humano, la ciencia e innovación, el refuerzo de la resiliencia y la protección social y el apoyo a la agricultura, recordaron estas fuentes.