EE UU y la UE sellan 5 años de tregua para poner fin a su guerra comercial
/ Exportaciones El aceite, el vino y el queso españoles celebran la paz arancelaria
“América está de vuelta, quizá nunca nos fuimos del todo”. Con esa frase pronunciada en Bruselas ha querido poner Joe Biden, presidente de EE UU, el sello final a una guerra comercial desatada por las ayudas estatales a Boeing y Airbus y que ha durado 17 años. El acuerdo abre una nueva era pos-Trump y deja en suspenso cinco años los aranceles, de más de 10.000 millones, cruzados a causa del conflicto por las dos aeronáuticas, aunque lo deja sin resolver y mantiene la protección de Washington al acero y el aluminio.—
La Unión Europea y EE UU alcanzaron ayer un acuerdo para prolongar durante cinco años la suspensión de los aranceles cruzados que gravan las exportaciones europeas y estadounidenses y que tiene como punto de partida la guerra comercial entre Airbus y Boeing, a la que no se ofrece solución detallada, al menos a corto plazo, y que ya se prolonga desde hace 17 años. No obstante, sí se comprometen a no financiar la I+D o conceder otros apoyos a sus propias industrias (Airbus y Boeing) si pueden dañar a la otra parte.
EE UU, con Donald Trump en la presidencia, impuso en octubre de 2019 aranceles del 10% para los productos de la industria aeronáutica europea (aluminio y acero, los más afectados) y del 25% para productos agroalimentarios, que afectaron al aceite de oliva, vino, queso o aceitunas. La justificación era que los países de la UE habían dado ayudas de Estado a Airbus y que eso había supuesto un quebranto sustancial para su competidor estadounidense Boeing. De hecho, el conflicto acabó en la Organización Mundial del Comercio (OMC), que dio el visto bueno a EE UU para imponer aranceles por 6.000 millones de euros al año. La respuesta europea a los aranceles estadounidenses llegó en julio de 2020, cuando la UE presentó un acuerdo con el que trataba de sellar una paz que no consiguió. Lo que proponían las autoridades comunitarias era limitar las condiciones en las que se habían concedido las ayudas al gigante aeronáutico entre 2011 y 2013, lo que supuso un ajuste en los fondos percibidos. Ese recorte de las ayudas no fue suficiente y EE UU no retiró los aranceles a los productos europeos, por lo que la UE optó por responder, como le permitía la OMC, con aranceles por 3.400 millones de euros, que afectaban a vino, bebidas espirituosas o tractores estadounidenses.
El fuego cruzado de aranceles se apagó parcialmente este marzo, cuando alcanzaron un acuerdo para suspender temporalmente los recargos cuatro meses. Ayer esa prórroga se alargó otros cinco años a partir del 11 de julio. Hasta julio de 2026 las exportaciones españolas de vino, queso o aceite a EE UU no se verán afectadas por aranceles y podrán competir en igualdad de condiciones con el resto de empresas.
Reyes Maroto, ministra de Industria y Comercio, subrayó ayer que el acuerdo “supone un paso histórico para terminar el conflicto comercial más largo en la OMC y logra eliminar unos aranceles que han lastrado a la industria aeronáutica y agroalimentaria española, así como poder recuperar las operaciones de exportación e inversión en el mercado estadounidense, clave para nuestras empresas”. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, se felicitó por el acuerdo. “Volvemos a la senda del multilateralismo que nunca se debería haber dejado de lado.
Por su parte, Boeing aplaudió el desbloqueo de la situación. “Boeing acoge con satisfacción el acuerdo de Airbus y la UE de que todo el apoyo gubernamental futuro para el desarrollo o la producción de aviones comerciales debe proporcionarse en condiciones de mercado”, dijo.
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