Las autoridades no sueltan la capacidad para mover la portería que les da el Covid
Pandemia
Las autoridades han descubierto las posibilidades que les da la pandemia para desarrollar su imaginación y limitar la actividad económica y los derechos fundamentales, y no quieren soltarlas. Los mismos políticos españoles que se hacen selfis grupales sin mascarilla han vuelto a la carga, rediseñando el semáforo de riesgo, y solo la presión de los empresarios hosteleros ha impedido que se asignaran restricciones a los horarios de bares y restaurantes. La preocupación por el número de infecciones no ha bajado en proporción al aumento de la tasa de vacunación (ya llega al 79%). La casuística europea es variopinta: en Países Bajos, con un 72% de inoculados, se han limitado los horarios de los bares; en Reino Unido, 69%, se permite hacer una vida casi normal; en Austria, 65%, se han cerrado los establecimientos públicos no esenciales; en Berlín, los (sí) vacunados deberán además enseñar un test negativo para entrar en restaurantes... Habrá que pedir que lo expliquen los expertos, si es que los hay.