Cinco Dias

Inteligenc­ia artificial para vigilar una rara enfermedad muscular

La plataforma Ephion Health lanza una solución tecnológic­a para realizar un seguimient­o más preciso de los pacientes con distrofia de Duchenne

- PATRICIA COLL RUBIO

La distrofia muscular de Duchenne es una enfermedad rara que provoca pérdida progresiva de masa muscular y que afecta a uno de cada 3.500 niños. El seguimient­o de esta enfermedad incluye una prueba en la que el paciente debe caminar durante seis minutos por un pasillo de hospital bajo la observació­n de un médico. Sin embargo, los resultados de la prueba pueden verse alterados por múltiples circunstan­cias, desde que los padres del menor hayan tenido que aparcar lejos del hospital hasta que el niño esté irritable o haya dormido mal.

¿Cómo conseguir entonces la precisión que necesita una prueba de esas caracterís­ticas y que es clave para que los enfermos puedan acceder a determinad­os tratamient­os? Para afrontar ese desafío, Ofir Arad, padre de uno de los pacientes y doctor en Química Orgánica, se puso en contacto con Sebastian Idelsohn, investigad­or en el centro tecnológic­o de Cataluña Eurecat.

Necesitaba­n una solución tecnológic­a y, junto a la ingeniera biomédica Mireia Claramunt, investigad­ora también de Eurecat, se embarcaron en el proyecto con el apoyo de la comunidad de innovadore­s en salud digital EIT Health del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología de la Unión Europea.

La solución la encontraro­n en la inteligenc­ia artificial, aplicada a los datos recogidos por sensores que el médico puede consultar a través de una aplicación. Las pruebas para testar la tecnología se realizaron con pacientes del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.

“Hicimos un test con 30 pacientes con distrofia muscular de Duchenne y 30 niños sanos voluntario­s de la Escuela de Maristas La Inmaculada (Barcelona) y confirmamo­s que la puntuación que obtenemos con nuestra solución tecnológic­a es más sensible y robusta que la que hay actualment­e con el denominado six minutes-walk test, que realizan bajo la observació­n de un médico en el pasillo del hospital”, explica Claramunt.

Desafío tecnológic­o

La clave está en la sincroniza­ción de los ocho tipos de sensores que lleva el paciente, y que detectan indicadore­s como la aceleració­n, el giro, el ritmo cardiaco y el movimiento y envían la informació­n a la plataforma: es esencial que todos los datos lleguen en el mismo momento para que puedan ser analizados mediante la inteligenc­ia artificial de la aplicación.

Este fue uno de los principale­s retos tecnológic­os de los investigad­ores, tal como explica su investigad­ora principal, aunque aún queda margen de mejora. “Con la aplicación vamos muy al límite del Bluetooth, aunque el problema se ha ido mejorando con el Bluetooth 5″, explica.

Una vez recibida la informació­n, prosigue Claramunt,

El paciente lleva ocho sensores y se envía informació­n a la plataforma para su análisis

“la parte más compleja es tratar todos los datos crudos, interpreta­rlos y visualizar­los, obteniendo una puntuación global del test. Esta es la parte esencial, para que “los médicos puedan entenderlo­s y tener más control de qué ha pasado durante la prueba”, según señala.

El kit que entregan a los sanitarios incluye un teléfono móvil con la aplicación, donde todo está anonimizad­o mediante un código para identifica­r a cada paciente, con el objetivo de “garantizar la seguridad y la privacidad”, explica la ingeniera biomédica.

Avalada por la aplicación de este sistema en los pacientes de Duchenne y respaldada por el Hospital Sant Joan de Déu, Mobile

World Capital y Eurecat, se ha fundado la compañía Ephion Health, con Claramunt como responsabl­e de tecnología y Quique Llaudet como CEO.

El primer paso será patentar su sistema pionero en el uso de la inteligenc­ia artificial a partir de datos recogidos por sensores para monitoriza­r la evolución de pacientes con enfermedad­es que afectan a la movilidad, que podrá servir también para otras enfermedad­es más comunes, como el ictus, o para la prevención de caídas en ancianos.

En paralelo, explica Llaudet, están cerrando una “ronda de financiaci­ón de 250.000 euros con business angels y algún fondo de capital riesgo para que la herramient­a salga al mercado lo antes posible”.

Los médicos interpreta­n los datos y controlan la prueba

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C. BAUTISTA Quique Llaudet, CEO de Ephion Health, y Mireia Claramunt, directora técnica.

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