Endesa reelige a José Bogas como consejero delegado por cuatro años
Critica el tope al gas, pues costará a los usuarios 6.000 millones La asamblea aprueba repartir 1,44 euros por acción
La junta de Endesa, que se celebró el viernes en Madrid, acordó la reelección por cuatro años de Francisco Starace como vicepresidente de la compañía y de José Bogas como consejero delegado. Starace, a su vez CEO de Enel, matriz de Endesa, concluirá su último mandato como ejecutivo de la energética italiana dentro de un año. Según varias fuentes, tras su salida en 2023, también lo haría el propio Bogas.
Los discursos de la junta estuvieron marcados por las consecuencias para el sector energético, y para la economía en general, de la guerra de Ucrania. En el caso de España, por el acuerdo, junto a Portugal, con la Comisión Europea para poner un tope a las ofertas de gas en el mercado de la electricidad, en una media de 50 euros/MWh y durante un año.
A falta de conocerse los detalles de la medida, que aprobará el martes el Consejo de Ministros, el consejero delegado insistió en que el verdadero causante de la escalada de la luz es el gas y que el coste de limitar su precio para generación eléctrica costará 6.000 millones anuales, “que deberá asumir el conjunto de la demanda”. Bogas, que se mostró dispuesto al diálogo, aplaudió las medidas de la UE para reducir la dependencia energética de Rusia, a excepción del mecanismo ibérico. “Entendemos que se busquen soluciones, pero siempre a nivel europeo y acotando el problema que es el elevado precio del gas”.
Sin haber superado del todo la pandemia, la guerra de Ucrania ha agravado aún más la situación, señaló el ejecutivo de Endesa, que, pese a ello, “mantendrá su plan estratégico, con la electrificación, descarbonización y digitalización como líneas de acción”. La subida del gas desde el pasado verano “deja clara la estrategia rusa previa a la invasión de Ucrania”, aseguró Bogas
Este recordó las cuentas del año pasado, aprobadas después por la junta, que se saldaron con un ebitda de 4.278 millones, “gracias a la gestión y resultados no recurrentes”, dos tercios de los mismos “alineados con la nueva taxonomía verde de la UE”. Endesa obtuvo un beneficio neto de 902 millones, un 11% menos, en un entorno de precios altos de la luz, que subieron un 200%, Estas subidas “ni nos fortalecen ni nos benefician”, porque, repitió una vez más, “la tenemos vendida a plazo”.
Endesa aumentó su cartera de clientes en el mercado libre, un 3%, hasta 5,9 millones, gracias a la llamada Tarifa Única, “la más competitiva”, que implica una cuota plana siempre que el consumidor no supere cierto nivel de consumo, y que supone un 30% de los nuevos contratos, según Bogas.
Endesa cuenta con una cartera de 77.000 MW renovables y ha iniciado el desmantelamiento de su central de carbón Litoral, en Almería.
Bogas arremetió contra el “ruido crítico contra la compañía”, que carece de razón y se basa “en premisas erróneas”. Unas críticas “ventajistas” que “no debemos aceptar porque “enturbian el rol social de Endesa”. Y concluyó: “Ni oligopolio ni beneficios extraordinarios”.
Por su parte, el presidente, Juan Sánchez-Calero, consideró que “la política energética deberá adaptarse a un planteamiento nuevo, la invasión de Ucrania ya afecta al proceso de recuperación económica. Gracias “a su solidez financiera”, la sociedad repartirá un dividendo de 1,44 euros por acción, por encima de las expectativas. En enero se abonaron 0,50 euros a cuenta y el 1 de julio se pagará un complementario de casi 0,94 euros.
Según Sánchez-Calero, Endesa se ha adaptado a las nuevas normas de sociedades vinculadas, cuenta con un consejo equilibrado y únicamente no cumple con la recomendación de tener dos comités, de remuneración y nombramiento, para evitar “un coste adicional”.
La junta ha acordado el nombramiento de dos consejeras: Francesca Gostinelli y Cristina de Parias, como dominical e independiente, respectivamente, y sale del consejo Patricia Grieco. Un 41,7% del consejo son mujeres y un 58%, independientes.