Los fondos españoles siguen atrayendo dinero pese a la guerra
Los temores de desaceleración parece que no asustan a los inversores. Aunque en las últimas sesiones de abril los datos macroeconómicos empiezan a constatar un frenazo en la actividad, el Ibex fue capaz de encadenar su tercera jornada consecutiva al alza. El selectivo español avanzó un 0,85% el viernes, aunque en la semana la Bolsa retrocede un 0,79% y se aproxima a los 8.600 puntos. En abril, un periodo marcado por las fuertes oscilaciones, la Bolsa española logró desprenderse de la tendencia bajista y cerró con una subida del 1,65%, el primer mes en positivo de 2022.
Aunque en la jornada los mayores ascensos corrieron a cargo de BBVA (6,55%) e Indra (6%), dos de las últimas cotizadas que han desfilado por la pasarela de resultados, en el cómputo mensual Repsol lidera los avances del Ibex 35 gracias al repunte de los precios del crudo. La petrolera se anota un 19,8% en el mes y se sitúa en máximos de 2018. La empresa, que ha duplicado su beneficio neto gracias al alza del Brent en el último trimestre, ha recibido el beneplácito de los analistas: hasta ocho firmas han mejorado su consejo.
Meliá e Iberdrola logran la plata y el bronce en el cómputo mensual. La hotelera avanza un 17% gracias a la mejora del turismo y a la energética repunta un 11%. Les siguen Acciona (8%) y Almirall (7,7%). En el lado de las caídas destaca Aena, que resta un 9,8%. Mientras que Santander ha recortado un 9,1% y Mapfre un -8,1%.
Junto al Ibex, el FTSE británico fue el otro índice que concluyó abril en positivo tras registrar un avance del 0,38%. En un contexto en el que la guerra está encareciendo el precio de las materias primas, las mineras son las cotizadas más beneficiadas. Este sector tiene un fuerte peso en el índice británico que escapa a la corriente bajista en 2022 y suma un 2,17% en el año.
La estela alcista registrada el jueves en Wall Street unido a los ascensos de los mercados asiáticos ante las expectativas de nuevos estímulos macroeconómicos en China para revitalizar la economía impulsaron las compras en el Viejo Continente. Aunque el viernes los principales índices registraron ascensos similares al logrado por la Bolsa española, la fuerte exposición a la economía rusa de muchas de las cotizadas empañó el buen desempeño de la recta final de la semana. El Dax
Suscripciones netas. Ni la desbocada inflación, ni la guerra, ni el empeoramiento de las previsiones macroeconómicas pueden con la inercia positiva de los fondos de inversión en España. Durante el mes de abril, las gestoras han captado cerca de 1.000 millones de euros, lo que eleva las suscripciones netas en lo que va de año por encima de los 3.600 millones de euros. La entrada de dinero en gestoras nacionales va a contracorriente. En el caso de las gestoras extranjeras que operan en España, han visto cómo salían 2.600 millones en los últimos meses. En Europa, marzo fue el primer mes con reembolsos netos en fondos de inversión desde hacía dos años.
Caída del volumen. De acuerdo con los datos provisionales de Inverco, la asociación de las gestoras de fondos, el volumen acumulado en fondos de inversión españoles asciende a 306.105 millones, un 3,6% menos que a principios de año. La caída en el volumen total de patrimonio se explica por la depreciación de la mayoría de clases de activos en que invierten los fondos (deuda soberana, bonos corporativos, acciones...). En los cuatro primeros meses de 2022, el rendimiento de los fondos ha sido negativo. En concreto, del -4,73%. Aunque las mayores caídas se han producido en los fondos de Bolsa internacional (-7,93%), los inversores que más están sufriendo son los dueños de fondos conservadores, que invierten en renta fija. Este tipo de productos se ha dejado 2,52% en el año.
Captaciones. Pese a la mala evolución en términos de rentabilidad, la categoría de fondos que más dinero atrajo en abril fue la de renta fija, sumando 1.241 millones de euros (5.091 millones en el año). En cambio, está saliendo dinero de los fondos de gestión pasiva (-509 millones de euros). Algunos expertos consideran que este tipo de productos que replican la evolución de índices tienen un peor comportamiento en entornos de máxima volatilidad, frente a los fondos activos. Otra categoría que está atrayendo mucho dinero es, paradójicamente, la de fondos de renta variable internacional, que suman en el año más de 1.275 millones de euros. Algunas carteras gestionadas por profesionales han aprovechado las correcciones bursátiles para aumentar posiciones.
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alemán retrocede un 2,2% en abril; el Cac francés, un 1,89% y el Mib italiano, un 3,07%. Más abultados fueron los recortes registrados en Wall Street. El Nasdaq retrocedió un 13,26%, su peor mes desde octubre de 2008. Por su parte, el Dow Jones cedió un 4,91%, el mayor descenso en ocho meses y el S&P 500, un 8,8%, el recorte más profundo desde el estallido de la pandemia en marzo de 2020. Aunque la contracción del PIB en el primer trimestre no asustó el jueves a las Bolsas, que venía registrando unos niveles de sobreventa muy elevados, la reacción de los inversores a las cuentas de las grandes tecnológicas lastró el comportamiento de los índices.
Con este débil desempeño los inversores se preparan para mayo, un mes en que suelen ser numerosas las voces que repiten el mantra anglosajón sell in may and go way (vende en mayo y vete). Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro considera que esta vez en lugar de “vender en mayo” los más apropiado es rotar hacia aquellos sectores y activos mejor preparados para el nuevo escenario, un contexto marcado por las expectativas de subida de tipos. El experto se decanta por tomar posiciones en valores cíclicos que cotizan con descuento como las cotizadas energéticas y financieras en detrimento de las firmas defensivas tradicionales como las relacionadas con la atención médica.
La volatilidad no se limita en exclusiva a la renta variable. En un momento en el que los bancos centrales han endurecido el tono para tratar de frenar el alza de la inflación y cumplir con su compromiso de estabilidad de los precios, los inversores han puesto en precio una subida agresiva de las tasas. Aunque es la Reserva Federal el organismo que centra la atención, el hecho de que la presidenta del BCE reconociera la semana pasada que este año pondría fin a la era del dinero barato ha servido para acelerar el repunte de los rendimientos. Los operadores no tardaron en reaccionar y prevén que en julio Christine Lagarde anuncie la primera subida de tipos en 11 años.
En este contexto la rentabilidad del bono alemán sumó 39 puntos básicos en abril, hasta situarse al filo