Alemania evita la recesión en medio de una UE que se ralentiza

El PIB francés se para en seco y la economía italiana se contrae un 0,2%

Las economías europeas van anunciando con cuenta gotas los distintos grados de ralentización de sus PIB. Ayer fue Alemania la que confirmó que, pese a este enfriamiento de la actividad por la inflación y la guerra de Ucrania, evitaba, al menos por ahora, la recesión técnica de su economía.

Así, la locomotora germana creció un 0,2% en el primer trimestre del año, después de que en el último trimestre de 2019 su economía se contrajera un 0,3% golpeada por la sexta ola de la pandemia de Covid-19, según informó este viernes la Oficina Federal de Estadística (Destatis). Por ello, de haber vuelto a caer el PIB, habría sido la primera economía comunitaria en caer en recesión. Lo que más contribuyó a esta ligera remontada del PIB alemán fue el aumento de las inversiones, mientras que las exportaciones netas frenaron el crecimiento del país.

En términos interanuales, el PIB germano avanzó un 4% (3,7% corregido por precios y efectos de calendario). El daño sufrido por la economía alemana por la pandemia en el primer trimestre de 2021, con el que se compara el dato conocido este viernes, contribuyó a mejorar este balance interanual.

Esta vuelta al crecimiento de Alemania ha ayudado también a que la economía de la zona euro y de la Unión Europea hayan seguido en positivo en este primer trimestre pese al azote que está suponiendo la guerra en Ucrania desde finales de febrero, que está agravando el fuerte aumento de los precios de la energía y los problemas de suministro de importantes materias primas.

Sin embargo, Francia, la segunda economía de la zona euro, se ha frenado en seco sorpresivamente. En los tres primeros meses de 2022, después de la expansión del 0,8% registrada en el cuarto trimestre de 2021, según la primera estimación del dato publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee). Las previsiones del mercado esperaban una expansión del 0,3%.

Pero fue la economía italiana la que no ha podido mantener su crecimiento y ha contraído su PIB un 0,2% en este primer trimestre. Si bien el recorte ha sido peor que el esperado por los analistas, que apuntaban a un -0,5%.

Con todo, y tras el avance del 0,3% del PIB español conocido también este viernes, Eurostat informó que la actividad en la zona euro se ralentizó una décima hasta el 0,2% y otra décima en el caso de la Unión Europea hasta el 0,4%. En términos interanuales, la Unión Monetaria creció un 5% y la UE, un 5,2%.