La presión exportadora aumentará el precio
Efecto frontera. El principal problema derivado del mecanismo propuesto por España y Portugal a la CE de limitar el precio del gas en el mercado mayorista y, así, frenar la contaminación de este precio al resto de energías, es la presion exportadora a Francia y Marruecos al obtener en el mercado ibérico precios más bajos.
Subastas. Para evitarlo, se planteó una doble subasta: un precio real, sin tope, para el resto de países, y otro para el mercado interno con el precio capado. Porque, a pesar de que el mecanismo se justificaen que la península ibérica es una isla energética, no lo es del todo: la capacidad de intreconexión es del 2,7% o 8.760 horas al año.
Rechazo. Bruselas rechazó de plano la doble subasta y, aunque el sistema trate por igual a los consumidores ibéricos y al resto, haciendo pagar a todos la compensación por el precio, la producción con ciclos combinados aumentará. Se pagará más por un lado, porque la compensación será mayor y, por otro, porque el gas marcará precio más horas y casarán también las centrales más ineficientes, cuyo coste de funcionamiento es superior y, por tanto, también el de la electricidad que generan.