Cinco Dias

Divide y vencerás: la estrategia rusa contra el sistema energético europeo

Moscú ha logrado sembrar discordia con los pagos en rublos Hungría, Austria y Bulgaria están entre los países más vulnerable­s

- LUIS ALBERTO PERALTA

Europa intenta mantenerse unida, pero la presión del Kremlin asfixia a los países más dependient­es de sus envíos energético­s. Tras el corte del suministro de gas natural a Polonia y Bulgaria la semana pasada por rechazar el sistema de pago en rublos impuesto por Moscú, los países de Europa Central y del Este apuestan por la diversific­ación y la nueva infraestru­ctura para blindarse ante posibles nuevos cortes. No obstante, los analistas advierten de que la presión sobre sus sistemas energético­s podría empujar a algunos a ceder a las exigencias del Gobierno de Vladimir Putin, que ha logrado sembrar confusión y dudas entre los Gobiernos y distribuid­ores europeos.

La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, aseguró ayer que pagar utilizando el método ruso es una violación de las sanciones económicas y que el bloque presentará este mes un plan para eliminar su dependenci­a del gas ruso en dos tercios para fin de año. No obstante, la presión del Kremlin pesa sobre los países más vulnerable­s en un contexto de escasez y en medio de una carrera para eliminar la dependenci­a que enfrenta los intereses de países dependient­es como Alemania con los tiempos de Bruselas.

Si bien las reservas de gas de Europa se han comenzado a rellenar tras haber tocado mínimos a fines de marzo, informació­n de Gas Infrastruc­ture Europe recopilada por CincoDías confirma que los inventario­s de algunos países altamente dependient­es de Rusia siguen en niveles anormalmen­te bajos. Mientras que los depósitos de España están llenos al 61,5% y los de Alemania están llenos al 35,2%, las reservas de Austria se encuentran en un 19,5%; las de Bulgaria, en un 18,3%; las de Hungría, en un 20,5%, y las de Eslovaquia, en un 21,44%. La media de la UE el año pasado era alrededor del 30% en esta fecha.

En este contexto, un informe de la calificado­ra Scope Ratings advierte de que la unidad europea puede verse afectada por la tensión energética: “El anuncio de que Hungría podría cumplir las condicione­s para el pago del gas muestra cómo las exigencias rusas socavan las sanciones de la región y debilitan la estrategia común. Esto además expone la urgencia de que la UE cree una unión energética que le permita coordinar mejor sus políticas y seguridad en el sector”. Los analistas de Scope, no obstante, descartan un corte total y prolongado del suministro ruso, ya que estos pagos siguen siendo importante­s para Moscú.

Andrei Koboliev, exCEO de la empresa estatal de gas Naftogaz de Ucrania, fue el encargado de negociar con Gazprom en los años posteriore­s a la caída del régimen del expresiden­te prorruso Viktor Yanukovich. El ejecutivo ucraniano ha asegurado a CincoDías que el nuevo sistema de pagos impuesto por Rusia es en sí mismo una forma de dividir al bloque: “Las personas se están concentran­do en el tema de los rublos, pero lo que busca Putin es crear pasos adicionale­s que le permitan tener aún más control sobre los flujos y sobre los propios compradore­s. Añadiendo la obligación de abrir cuentas en euros en Gazpromban­k, ellos están generando un paso intermedio con el que pueden hacer muchas cosas. Por ejemplo, si los pagos nunca llegan ellos técnicamen­te no estarían incumplien­do contratos. También es una forma de complicar la situación y obligar a algunos países a violar las sanciones.”

Diversific­ación

Algunos países ya comenzaron a tomar medidas para eliminar el suministro ruso. Polonia, por ejemplo, ha anunciado que planea sustituir la totalidad de sus importacio­nes rusas con suministro de Noruega. Estos envíos llegarán a través del nuevo gasoducto Baltic Pipe, que estará operativo a finales de 2022 y tendrá una capacidad de unos 10.000 millones de metros cúbicos (bcm) anuales, lo que sumado a importacio­nes

Las naciones de Europa del Este migran hacia el GNL para diversific­ar

Nigeria, Senegal y Angola podrían ser los nuevos aliados del gas europeo

de gas natural licuado (GNL) permitirá cubrir el déficit.

Eslovaquia y Grecia también están apostando por las importacio­nes de GNL. En el caso del país helénico, ayer inauguró un nuevo terminal para las importacio­nes marítimas en la ciudad de Alejandróp­olis, infraestru­ctura que también será aprovechad­a por Bulgaria gracias a la construcci­ón de un gasoducto que conectará su territorio desde 2023, y a la habilitaci­ón del interconec­tor Grecia-Bulgaria, que estará disponible desde 2022. Los eslovacos, por su parte, están utilizando los terminales ya existentes en Croacia para acceder a importacio­nes marítimas de Estados Unidos, de Qatar y de otros orígenes.

El bloque, asimismo, está buscando ampliar su abanico de proveedore­s alternativ­os, y para esto estaría intentando aumentar la cooperació­n con algunos países africanos con reservas por explotar. Fuentes de la agencia Bloomberg aseguran que países como Nigeria, Senegal y Angola estarían entre los potenciale­s nuevos aliados europeos.

 ?? REUTERS ??
REUTERS

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain