Cinco Dias

El círculo vicioso de costes de las empresas de turbinas tiene un final

La reducción de las subvencion­es daña a Vestas y Gamesa, pero la éolica está abaratándo­se por sí misma

- ED CROPLEY

AVestas Wind Systems y Siemens Gamesa Renewable Energy se les da mejor hacer molinos de viento que dinero. pesar del auge de la demanda de parques eólicos, el dúo europeo, que tiene un valor de mercado combinado de 34.000 millones de euros, podría registrar pérdidas este año debido a la subida del coste de las materias primas. Pero ahora que la energía eólica es más barata que la de los combustibl­es fósiles, al menos la presión de los precios se está suavizando.

Para ser los actores dominantes en un mercado tan candente, sus dificultad­es resultan extrañas. El danés Vestas, el mayor fabricante del mundo con una cuota de mercado del 16%, tiene pedidos por valor de 47.000 millones, incluidos los contratos de servicio, a medida que los países aceleran sus planes de descarboni­zación de las redes eléctricas. Siemens Gamesa, líder en turbinas marinas, tiene una cartera de pedidos de 33.000 millones.

Sin embargo, el boom no aparece en sus cuentas de resultados. En 2017, Vestas generó 1.200 millones de euros de beneficio operativo sobre 10.000 millones de ingresos. Para 2024 se espera que genere unas ventas de 17.000 millones, pero el mismo nivel de beneficio operativo que siete años antes, según las previsione­s recopilada­s por Refinitiv.

La reducción de los márgenes se debe en gran medida a que los Gobiernos han eliminado las subvencion­es a las energías renovables. Sin embargo, la eólica ha demostrado desde entonces que puede avanzar con sus propias velas. A 50 euros por megavatio hora de electricid­ad, frente a los 200 euros de hace una década, sus costes totales son cómodament­e inferiores a los de la energía producida con gas natural. La invasión de Ucrania por parte de Vladimir Putin ha dado a la energía eólica aún más fuelle.

Es un alivio para el nuevo consejero delegado de Siemens Gamesa, Jochen Eickholt. Después de cuatro años de precios unitarios estancados o a la baja, el alemán ha conseguido impulsar una subida media del 30% en las nuevas ventas de turbinas terrestres para compensar la subida del coste del acero, principal ingredient­e de las gigantesca­s palas.

El problema es que esas mejoradas condicione­s solo se aplican cuando las turbinas se entregan en dos o tres años de plazo. En el último trimestre comparable, el precio unitario de Siemens Gamesa para las turbinas terrestres fue inferior al de Vestas en un 17%.

Sin embargo, los inversores mantienen la fe. Las acciones de Vestas y Siemens Gamesa se han desplomado desde sus máximos a principios de 2021, pero siguen cotizando con un múltiplo de valor de empresa respecto al ebitda de 21 y 26 veces, respectiva­mente. Ello refleja la esperanza de que, con el tiempo, hagan una labor mejor para convertir la energía eólica en efectivo.

Pese a sus malos resultados, siguen disfrutand­o de la confianza de los inversores

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REUTERS Turbina de Gamesa en la costa de Gran Canaria.

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