Es hora de agradecer la vuelta de los turistas, sin quejas (al menos durante un rato)
Las cosas no se valoran lo suficiente hasta que se pierden. Es una verdad como un templo, que se ha vuelto a comprobar con la desaparición total del turismo por la pandemia, y que solo ahora empieza a darse la vuelta de forma consistente. Es de esperar que, al menos durante cinco minutos, no aparezcan ahora políticos quejándose del escaso valor añadido de esta actividad o de la saturación del espacio público. Lo ideal es aspirar a un turismo de calidad, que puede traducirse como el que más gasta, pero también como el que más cuida los lugares que visita. Pero lo urgente es recuperar las cifras de viajeros extranjeros, que en marzo se situaron en el 72% de los niveles pre-Covid. A medida que se eliminan las restricciones (España todavía tiene en vigor algunas) a las llegadas de extranjeros, estos responden; y es que, con calentamiento global o sin él, el clima español, de zona templada, sigue siendo ideal para los acostumbrados al frío y la lluvia de latitudes más boreales. Por regiones, Canarias está mejorando más rápido, y Madrid más despacio, debido a que los viajes de eventos y negocios se está tomando con más calma la vuelta a la normalidad.