Los bancos siguen esperando con ganas que el dinero empiece a tener un precio
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Hasta cierto punto, es comprensible que los bancos no sean el sector económico más simpático a ojos de la opinión pública. Igual que el Ministerio de Hacienda, que también se ocupa de los dineros, las entidades financieras se consideran demasiado apegadas a la peseta; al euro, es decir. Pero alguien tiene que hacer esa labor ingrata, y muy necesaria, porque también dan el crédito que necesitan las empresas y los hogares para ir más allá del presente inmediato. Lógicamente, han de cobrar por ello; al menos, cuando los tipos de interés están por encima de cero, y por tanto señalan que el dinero tiene un precio.
Los grandes bancos españoles ingresarán, estima un análisis de CincoDías, 3.100 millones de euros más a 12 meses vista cuando empiecen las subidas de tipos del Banco Central Europeo (BCE). Depende de la sensibilidad de cada entidad, aunque en general es elevada en todos los casos, pues tienen mucho negocio clásico de crédito: con un alza de 100 puntos básicos, CaixaBank aumentaría su margen de negocio en 1.500 millones; BBVA, 700 millones; Santander 590, y Bankinter unos más modestos 128 millones. Cifras nada desdeñables.