La temporalidad sigue viva y coleando, sobre todo... en el sector público
5 Empleo
Presume la vicepresidenta Yolanda Díaz de haber dado la puntilla a la temporalidad en España, pero lo cierto es que muchos empleos temporales se están transformando en fijos discontinuos (un bello oxímoron de la lengua castellana que ayuda a confundir sobre el número real de parados). Y, sobre todo, que es el Estado el principal empleador que practica ese discutible hábito de hacer contratos a corto plazo, sobre todo cuando se acaban renovando sine die, algo que ya le ha granjeado imponentes conflictos con los tribunales españoles y europeos. Bien está que le haya dado un tono más amable que el de Pablo Iglesias al poscomunismo, pero no está claro en qué capítulo de los manuales ideológicos de la izquierda se soslaya esta práctica.