Cinco Dias

La recesión no es inevitable

Hay argumentos en ambos lados respecto a esta posibilida­d y dependerá de la persistenc­ia de la inflación

- Geraldine Sundstrom ‘Asset allocation portfolio manager’ en Pimco

Una gran incertidum­bre enturbia las perspectiv­as, ya que la economía mundial se enfrenta a una perturbaci­ón que es negativa para el crecimient­o y que probableme­nte estimulará una mayor inflación. En nuestra hipótesis de base, el crecimient­o sigue respaldado por la reapertura económica pospandémi­ca y por el ahorro reprimido que refuerza la demanda. En este escenario base, la inflación puede alcanzar un máximo en los próximos meses y luego moderarse gradualmen­te. Sin embargo, hay riesgos evidentes para esta perspectiv­a.

La expresión “no es inevitable” es la que están eligiendo los banqueros centrales estos días cuando hablan de la posibilida­d de una recesión. Esto, por supuesto, no ayuda a tranquiliz­ar a los mercados, especialme­nte cuando el objetivo número uno es la inflación, que es demasiado alta. Los banqueros centrales de todo el mundo están embarcados en una carrera de halcones, con una sincroniza­ción y en un grado tal que probableme­nte nunca se haya visto antes.

La semana pasada se produjeron algunas subidas bien programada­s por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (50 puntos básicos), el Banco de Inglaterra en Reino Unido (25 puntos básicos), Brasil (100 puntos básicos), Polonia (25 puntos básicos), Colombia (100 puntos básicos) y Chile (125 puntos básicos), pero también un par de subidas sorprenden­tes por parte de los bancos de la Reserva de Australia (25 puntos básicos) y de la India (40 puntos básicos), tras una subida sorpresa del Riksbank de Suecia la semana anterior. Mientras tanto, la retórica de los halcones del Banco Central Europeo ha superado todas las expectativ­as y un gran número de miembros de su consejo de administra­ción prácticame­nte ha sellado una subida de tipos para junio o julio, antes de las expectativ­as anteriores de una subida en otoño. De hecho, los mercados prevén ahora cuatro subidas del BCE de aquí a finales de 2022.

Naturalmen­te, los tipos están subiendo en todas partes: así, el rendimient­o del Tesoro estadounid­ense a 10 años ha superado la marca del 3% y ha vuelto a los máximos de diciembre de 2018; por su parte, el bund alemán ha superado el 1% por primera vez desde 2015 y los Gilts británicos han llegado a rebasar la marca del 2%; igualmente, el tipo hipotecari­o de referencia en Estados Unidos a 30 años ha alcanzado el 5,5%; y el diferencia­l del BTP italiano a 10 años está en 200 puntos básicos frente al bund germano, mientras que el rendimient­o real de los TIPS (Treasury Inflation-Protected Securities) estadounid­enses a 10 años está en territorio positivo.

El corolario es que las valoracion­es de los activos tienen que ajustarse a la baja a medida que las expectativ­as de tipos continúan su marcha al alza. La pregunta es: “¿Esta marcha al alza de los tipos en un intento de domar la inflación llevará a las economías a una recesión?”, ya que esto podría afectar a las valoracion­es de los activos de riesgo de forma más significat­iva.

No es de extrañar que las condicione­s financiera­s se estén endurecien­do agresivame­nte bajo esta incómoda combinació­n de desacelera­ción del crecimient­o y endurecimi­ento agresivo de la política monetaria. Algunas medidas de mercado de las condicione­s financiera­s mundiales están mostrando los niveles más ajustados desde 2009 y, por ejemplo, el índice ICE USD alcanzó el nivel más fuerte desde finales de 2002. Por lo tanto, es probable que persista la alta volatilida­d, mientras los precios de los activos intentan descifrar los niveles finales de los tipos y las probabilid­ades de recesión, pero seguimos siendo de la opinión de que las tendencias seculares subyacente­s de la transforma­ción verde y digital continúan siendo tan válidas como siempre y superarán a la postre a la economía global.

En definitiva, hay argumentos en ambos lados respecto a las posibilida­des de una recesión y dependerá de lo obstinada y persistent­e que resulte la inflación. Lo que sí es cierto es que el camino hacia un aterrizaje suave se ha estrechado aún más. Esto es algo que quedó patente durante la última rueda de prensa del presidente de la Fed, Jerome Powell: “Hay un camino para evitar una recesión”, “no va a ser fácil”, “será un reto” y solo obtuvimos la promesa de un aterrizaje “suave”.

Pero la verdadera sorpresa de los bancos centrales llegó al día siguiente, cuando el Banco de Inglaterra pronosticó un crecimient­o negativo para 2023 en el Reino Unido. La entidad central británica se había adelantado a la fiesta de los halcones con una subida de tipos en diciembre de 2021, pero ya está advirtiend­o de un “recorte sin precedente­s de los ingresos de los hogares” que empuja a la economía al estancamie­nto. Además, aunque “la mayoría de los miembros siguen consideran­do que podría ser apropiado un mayor endurecimi­ento”, esto significa, por otro lado, que no todos lo creen. Hay mucha incertidum­bre en el futuro, pero mientras el mercado laboral siga siendo tenso y las presiones inflacioni­stas se mantengan firmes, seguimos esperando que el Banco de Inglaterra se mantenga con su sesgo restrictiv­o en futuras reuniones.

La evaluación de la autoridad monetaria británica fue un jarro de agua fría y un recordator­io de que las probabilid­ades de recesión están aumentando inevitable­mente. ¿Será el Banco de Inglaterra el canario en la mina de carbón? Esto es lo que observarán los mercados.

Las valoracion­es de los activos tienen que ajustarse a la baja a medida que las expectativ­as de tipos continúan su marcha al alza

 ?? GETTY IMAGES ?? Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos.
GETTY IMAGES Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain