Nissan hace su parte, pese a la tormenta
Nissan vuelve a beneficios: 1.600 millones de euros anuales hasta marzo. Está empezando a dejar atrás el escándalo de Carlos Ghosn. El debilitamiento del yen ha ayudado, pero los ejecutivos pueden atribuirse el mérito de una exitosa campaña de reducción de costes, y la eliminación del 15% de sus modelos, que daban pérdidas.
Eso sí, el margen, del 2,9%, no da para presumir (el de Toyota es casi el 10%) y su rendimiento en Bolsa es muy inferior al de sus rivales nipones. Los problemas de la cadena de suministro y el encarecimiento de las materias primas hacen prever a la firma resultados planos en el próximo ejercicio. Los accionistas, decepcionados, hicieron caer a su aliado Renault en Bolsa. Pero a otros, como Toyota, también le afectan esos inconvenientes.
La relación con la automotriz francesa sigue estando desequilibrada a favor de esta, y las fricciones siguen distrayendo a ambas direcciones. Pero cuanto más fuerte esté Nissan, más poder debería de tener para renegociar.