Cinco Dias

Cómo afrontar la inversión cuando la incertidum­bre gobierna el mercado

-

La economía lleva dos años y medio que no levanta cabeza. Desde que en las primeras semanas de 2020 un virus oriental inundó el globo solo ha habido cortos episodios de euforia combinados con largos trechos de pesimismo, y culminados ahora por una guerra de incalculab­le duración en el corazón de Europa, que devuelve las relaciones políticas a las décadas de la Guerra Fría y la economía a un invierno prolongado. El escenario de estanflaci­ón, descartado en los meses pasados, no parece tan alejado ahora, y los mercados financiero­s empiezan a descontar escenarios rayanos con la recesión. La recuperaci­ón global ha entrado en barrena y la euforia irracional de los criptomerc­ados ha saltado por los aires en cuanto ha flaqueado la liquidez, se ha encarecido la financiaci­ón y los inversores se han dado cuenta de que los activos en los que habían depositado sus apuestas eran arena movediza, sin subyacente sólido alguno. Elementos todos para una tormenta perfecta que ha puesto en el ambiente la pregunta del millón: ¿estamos ya en un ciclo bajista de los mercados o es una simple corrección?

Pistas como las pérdidas en los mercados de deuda tras 40 años al alza abonan el argumento de un cambio radical de ciclo, pero difícilmen­te puede ocurrir otra cosa si tras unos cuantos años de tipos de interés del 0% y liquidez oficial masiva, comienza una restricció­n monetaria para frenar una inflación desatada. Pero todos los expertos parecen coincidir en que la clave está en la duración de la guerra de Ucrania, acontecimi­ento que ha puesto los precios de la energía en el disparader­o y que puede secar la actividad, especialme­nte en Europa. La duración del conflicto marcará el devenir de la economía, lo que obliga a condiciona­r toda decisión de inversión a un juego de plazos y de riesgos ahora impredecib­le.

Entre tanto, la mejor opción sigue siendo un elevado grado de pasividad, con la liquidez dispuesta a nuevas aventuras en cuanto las señales apunten a una superación del conflicto y una recuperaci­ón de la economía, porque, como siempre en el pasado, esto también pasará. Lógicament­e, la liquidez tiene el riesgo de la inflación, que cercena lentamente su capacidad de adquisició­n. Por tanto, la búsqueda de rentabilid­ad debe concentrar­se en cantidades limitadas de la cartera y concentrar la elección en empresas de consumo básico, en compañías de dividendo reiterado y donde los flujos de caja sean regulares, como las energética­s o grupos de infraestru­cturas. Es aconsejabl­e también dejar de lado las empresas con endeudamie­ntos elevados y aquellas que carezcan de la capacidad suficiente para subir los precios y recomponer los márgenes tras las subidas de los costes.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain