Un nuevo parche a la subida de la luz, que ojalá no sea un mero andar en círculos
La vicepresidenta para la Transición Ecológica insistió el viernes en que el recorte de los precios de la energía mediante el tope del precio mayorista del gas en el pool será a costa de los beneficios de las empresas del sector. Como hay precedentes, y recientes, de anuncios similares que acabaron diluyéndose, conviene esperar a la letra pequeña y a cómo se materialice realmente esta medida: no se descarta que acaben siendo los Presupuestos los que asuman la bajada, con lo que los ciudadanos y las empresas acabarían pagando lo que se ahorran por otro lado –aunque sea con otro reparto, el de los impuestos–. En el caso de ser efectivamente las energéticas las que ingresen menos, el efecto negativo puede darse en la inversión en renovables. Se ha decidido, a instancias de Portugal, que los clientes que ya estaban en el mercado libre antes de este mecanismo no tengan que contribuir a sostenerlo, algo que favorece la seguridad jurídica y evita perjudicar a quienes cooperan en estabilizar el mercado.
Son, en definitiva, parches que intentan moderar el daño en los consumidores e industrias más vulnerables, y también, claro, que se perciba que las autoridades actúan, aunque a veces anden en círculos y sigan pendientes de Bruselas.