La red social, al detalle
Potencial. La cúpula de Grindr, que fue fundada en 2009, cree que el potencial de la red social no termina aquí. El primero de los argumentos con el que tratan de convencer a posibles inversores es el potencial de crecimiento que vislumbran en la población LGTB. Consideran que, el hecho de que la sociedad vaya perdiendo prejuicios sobre opciones sexuales más allá de la heterosexualidad les abre un inmenso nuevo negocio.
Juventud. El 80% de sus 11 millones de usuarios de Grindr son menores de 35 años y más de la mitad menores de 30, para una población mundial de personas no heterosexuales de unos 560 millones de personas. Unas cifras que esperan exploten en los próximos años y la cifra de personas LGTB alcance los 660 millones en 2026, el 8% de la población mundial total. El primer nicho de crecimiento que detecta la compañía es atraer a ese público mayor de 35 años, que suele tener un mayor poder adquisitivo.
Prémium. La mayor debilidad que presenta el negocio de Grindr es que la mayoría de sus usuarios no paga por el uso. La tasa de penetración de aquellos que sí pagan está en el 6%, frente al 9% de Bumble y el 18% de Tinder. Sus previsiones para atrapar a los competidores son optimistas y están basadas en sospechar que las personas LGTB tienen un nivel de vida más alto que los heterosexuales. Para afirmar esto se basan en que, según sus datos, hay más homosexuales con carreras universitarias que heterosexuales, así como ganan un 18% más.