El supervisor del mercado europeo insta a las empresas a clarificar el impacto de la guerra en sus cuentas
Las empresas europeas y estadounidenses se apresuraron a cerrar oficinas y establecimientos en Rusia en el inicio de la guerra en Ucrania hace ahora más de dos meses y medio. El éxodo de compañías extranjeras del mercado ruso ha sido constante desde entonces y está suponiendo elevadas pérdidas.
El supervisor de los mercados europeos, la ESMA, ha advertido de la importancia de que las empresas se retraten en sus cuentas de resultados del primer semestre del año sobre el impacto que el conflicto bélico está teniendo en sus negocios y balances. La CNMV europea reconoce que la invasión rusa de Ucrania y las sanciones impuestas contra Rusia y Bielorrusia plantean importantes retos a las actividades empresariales e introducen un alto grado de incertidumbre sobre el desarrollo esperado de esas actividades y las repercusiones asociadas en el sistema financiero, tanto a nivel a nivel europeo como internacional.
Entre las empresas con exposición al mercado ruso de sus negocios y que han presentado resultados del primer trimestre del año –no obligatorio–, son muchas las que se han ido retratando ya, como es el caso de los bancos y las energéticas.
Pero el organismo insta a los emisores europeos a que “proporcionen información que sea útil para los usuarios y que refleje adecuadamente el impacto actual y, en la medida de lo posible, previsto, de la invasión rusa de Ucrania sobre la situación financiera, los resultados y los flujos de caja” en las cuentas de los primeros seis meses del año.
Asimismo, viene a solicitar a las empresas que ofrezcan información sobre la identificación de los principales riesgos e incertidumbres a los que están expuestos por el impacto de la guerra, y sugiere que incluyan de forma agrupada todos los datos relativos a posibles rebajas de rating con motivo del conflicto a las exposiciones a los mercados afectados.
Detalla además que en sectores como el energético o la alimentación, muy expuestos a la volatilidad de las materias primas, las empresas emisoras deberían explicar el impacto de la invasión y, en caso contrario, por qué no se han visto afectados sus negocios. La ESMA anima también a los comités de auditoría de las empresas y a las auditoras a que cumplan su petición de cara a los inversores.
La ESMA pide a energéticas y grupos de alimentación que se retraten