Lagarde inicia hoy el camino hacia la primera subida de tipos en más de una década
Se espera que anuncie un aumento para julio y el final de las compras de deuda El BCE debatirá cómo afrontar el riesgo creciente de fragmentación
Los acontecimientos se han precipitado en el calculado calendario de los bancos centrales y el mensaje que hoy lance el BCE se va a parecer muy poco al de la pasada reunión de abril. La inflación sigue sin dar tregua en la zona euro –con un nuevo máximo histórico del 8,1% en mayo– y el BCE ya tiene la determinación de comenzar a subir los tipos de interés este verano. Se acabaron las medias tintas y el esperar a nuevos indicadores económicos.
Christine Lagarde ya marcó el camino en un rotundo comunicado el pasado 23 de mayo, en el que avanzó la decisión que se espera tome hoy el consejo de gobierno del BCE: el fin de las compras netas de deuda en las próximas semanas para abordar una subida de tipos en julio –la primera desde 2011– y una segunda en septiembre, tras las que desterrar los tipos negativos en la zona euro. El BCE avanzará así en el proceso de normalización monetaria que ya inició este año con el fin del programa extraordinario de compras antipandemia, aunque lo previsto es que lo haga de forma gradual, con alzas de tipos de 25 puntos básicos.
El ala más dura del BCE reclama sin embargo subidas más contundentes, de 50 puntos básicos, por las que también apuesta el mercado. Así, los futuros apuntan a un alza de un cuarto de punto en julio y de medio punto en septiembre. En Bank of America son aún más rotundos y apuntan a incrementos de tipos de 50 puntos básicos en las citas de julio y septiembre y de 25 en las de octubre y diciembre, sin más aumentos el año próximo.
En Carmignac prevén unos movimientos más graduales, en línea con los mensajes lanzados ya por Lagarde, aunque también señalan que si la inflación de junio sorprende al alza habría más probabilidades de un aumento de medio punto en los tipos. “Los inversores no deberían descartar un alza del 0,5% más adelante, sobre todo después de septiembre, cuando se actualizarán de nuevo las previsiones a medio plazo”, advierten en la firma francesa.
El ritmo de las subidas de tipos que, esta vez sí, serán inminentes será una de las claves de la reunión de hoy del consejo de gobierno. La otra gran incógnita que deberá empezar a despejar hoy el BCE es cómo prevé afrontar el riesgo de fragmentación financiera en la zona euro con un coste de financiación al alza.
Se espera que Christine Lagarde muestre el compromiso del BCE de evitar una tensión excesiva en las primas de riesgo de la periferia europea –con especial atención a Italia y España, fuertemente endeudadas–, si bien queda la duda de si la institución lanzará un nuevo instrumento de política monetaria para ello o comenzará con una declaración de intenciones.
En Pimco no creen que el BCE vaya a presentar un plan específico frente al riesgo de fragmentación. Y en Citi y en Carmignac esperan que el BCE sea reactivo y no empiece tomando la iniciativa, lo que entraña el riesgo de que el mercado presione a la deuda de la periferia para poner a prueba el umbral del dolor del BCE, a partir del que sí lanzaría un nuevo mecanismo de compras.
La falta de un plan concreto frente al alza de las primas de riesgo podría acelerar su subida