Los precios de la vivienda suben el 8,5% en el primer trimestre

Es la tasa más elevada en 15 años, lo que da pábulo a una nueva burbuja

El sector de la vivienda sigue registrando incrementos de sus precios a ritmos que no se habían visto desde los tiempos de la anterior burbuja inmobiliaria que explotó definitivamente en 2008. El dato publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) viene a ratificar lo que otros indicadores conocidos en los últimos días, parecen confirmar. Esto no es otra cosa que vamos camino de una nueva burbuja inmobiliaria y por lo tanto un sobrecalentamiento del sector. Sin embargo, las diferencias entre aquella y la actual son notables.

Mientras que en 2008 se produjo un exceso de oferta que generó una vez que cayó la demanda unos excedentes de vivienda que no pudo asumir el mercado y que pasó a engrosar el activo de muchos bancos, la actual es consecuencia por un lado del menor número de viviendas existentes en el mercado junto a una elevada demanda, que se fija en el sector como un valor refugio, ante el deterioro que está provocando la inflación en los ahorros. Otro factor determinante que juega a favor de este incremento de precios proviene por la vía del incremento de los materiales de construcción, como consecuencia de los efectos de la guerra de Ucrania.

Toda esta situación en su conjunto ha provocado que el precio de la vivienda libre haya subido un 8,5% en el primer trimestre del año en términos interanuales, lo que supone el mayor aumento registrado desde septiembre de 2007. Con el repunte de enero a marzo, que supera en más de dos puntos el del trimestre anterior. Este indicador acumula ya 32 trimestres de crecimientos.

La vivienda nueva se disparó un 10,1% interanual, cuatro puntos por encima de la tasa interanual registrada en el último trimestre del año pasado, el mayor aumento desde el primer trimestre de 2019. Por lo que respecta a la vivienda de segunda mano, su incremento fue del 8,2% en tasa interanual, casi dos puntos más que el trimestre anterior, registrando su mayor ritmo de crecimiento desde el segundo trimestre de 2007, justo antes del inicio de la crisis financiera.

Frente a un temor de que este sector retome el camino del pasado, se va a producir un factor que va a jugar a favor de un enfriamiento de los precios. Este factor va a ser la prevista subida de tipos anunciada por el Banco Central Europeo. Este movimiento provocará una reducción de las peticiones de hipotecas, como consecuencia de su encarecimiento, frenándose así la demanda con los efectos en los precios.