Johnson presenta la ley que rompe con el protocolo del Brexit
Bruselas acusa a Londres de fracturar el acuerdo de Irlanda del Norte
Nuevo desencuentro entre Londres y Bruselas a raíz del Brexit. El Gobierno británico presentó finalmente ayer en el Parlamento el proyecto de ley que pretende anular unilateralmente partes del protocolo suscrito con la Unión Europea sobre Irlanda del Norte y que forma parte del acuerdo del Brexit. Entre otras medidas, la nueva legislación prevé eliminar la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) sobre las disputas referidas a Irlanda del Norte.
El texto, que el Reino Unido asegura que no viola la legislación internacional, incluye una disposición para ser revocado en el caso de que Londres y Bruselas lleguen eventualmente a un pacto bilateral.
El Gobierno conservador propone crear un “carril verde” que eximiría de controles aduaneros y sanitarios y fitosanitarios innecesarios a los bienes procedentes de Gran Bretaña destinados al consumo en Irlanda del Norte. Además, quiere que las empresas que solo comercian con Irlanda del Norte puedan elegir si se rigen por los estándares comunitarios (CE), los británicos (UKCA) o ambos, lo que a su juicio ahorrará burocracia y costes y asegurará que los consumidores norirlandeses tengan acceso a todos los artículos producidos en el Reino Unido.
El vicepresidente de la Comisión Europea para Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic, advirtió de que la intención británica de dejar de aplicar de manera unilateral el protocolo para Irlanda es “una fórmula para la incertidumbre” y será “dañino para la confianza común”. También rechazó renegociar el acuerdo.
Por su parte, el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que la nueva ley “no es gran cosa” y solo introduce “ajustes triviales” para que funcione mejor. Opinó que sería “una gran exageración” si Bruselas reacciona instigando una guerra comercial y dijo que lo que trata de hacer Londres es “simplificar las cosas para eliminar las barreras al comercio”.
Con esta ley, el Ejecutivo británico sustituirá unilateralmente las disposiciones que negoció en 2020 con la UE por otras que considera más beneficiosas para el Reino Unido.