BME llama a eliminar las comisiones a los valores excluidos
Así se recoge en el informe de la Protectora del Inversor de 2021 Crecen las consultas sobre criptomonedas o valores foráneos
Las comisiones que aplican los bancos por valores excluidos de negociación a los clientes es uno de los temas más recurrentes entre las consultas y reclamaciones que recibió la Oficina de la Protectora del Inversor de BME durante el pasado ejercicio.
Es una cuestión que preocupa a los inversores y que ha llevado a la oficina que dirige Gloria Martínez-Picazo, desde hace un año, a incluir en el informe anual una recomendación que hace hincapié en las emisiones excluidas de cotización, sobre todo en el caso de que se hallen en situación de inactividad. En este caso, recomienda que las entidades participantes en Iberclear agilicen la activación del procedimiento de renuncia voluntario, para que los inversores particulares no tengan que soportar el coste derivado del mantenimiento de registro de valores.
En la parte correspondiente a las entidades, en línea con la CNMV, el informe considera una “buena práctica que la entidad no repercuta al cliente comisiones de custodia en caso de que los valores depositados estén excluidos de cotización y resulten improductivos”.
El 96% de las consultas procedió de inversores particulares, un punto porcentual más que hace un año, mientras que el 2% las hicieron miembros de mercados y entidades financieras, y el 2% restante, entidades emisoras.
El 27% de la información solicitada se centró en la información bursátil y otro 24%, sobre hechos relevantes de las compañías cotizadas.
La categoría más común fue la de otros, que abarcó el 49% restante y reúne cuestiones como el requisito de contratación mínima por lotes de valores o el coste de las comisiones generadas por valores excluidos de negociación, entre otros.
BME destaca que el año pasado sí se detectó un aumento por parte de los inversores que querían confirmar que las entidades a través de las que operan estaban autorizadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), especialmente después de que el inversor tuviese una mala experiencia previa con los llamados chiringuitos financieros.
Crecieron también las consultas sobre cuestiones sobre las que la oficina no es competente, como las criptomonedas, los valores negociados en mercados internacionales o productos apalancados ajenos al mercado español, como los CFD.
Respecto a la Bolsa de Madrid, se recibieron un total de 1.600 llamadas telefónicas y 500 correos electrónicos, con lo que es la que mayor volumen de consultas y reclamaciones ha recibido no solo este año, sino desde un punto de vista histórico, según señaló ayer Martínez-Picazo.
BME subraya además que las reclamaciones y consultas vía correo ordinario prácticamente han desaparecido. La declaración de la renta o los problemas con herencias son otras de las tipologías de consultas que más se suelen repetir todos los años, añade Martínez-Picazo. Comentó que el objetivo de la oficina es “mantener informados a los que han llamado, como personas mayores que no tienen tanto acceso a la digitalización”.
El 96% de las consultas durante 2021 procedió de particulares, un 1% más
Los inversores preguntan sobre ‘warrants’ y ampliaciones de capital