Cinco Dias

El Gobierno está a 50 euros de conseguir que el salario mínimo sea el 60% del medio

La menor brecha entre ambos sueldos la tiene Canarias Hay una diferencia entre sectores que Adecco achaca a la productivi­dad

- DENISSE LÓPEZ

Con el incremento del salario mínimo interprofe­sional (SMI) a 1.000 euros, España se ha convertido en el segundo país europeo en el que el salario mínimo legal está más próximo a alcanzar el 60% del salario medio, tal y como especifica la Carta Social Europea. Actualment­e la proporción es de un 57,1%, por lo que restan 50,60 euros para conseguir el estándar pactado, según el VIII Monitor Adecco sobre salarios, publicado ayer. Solo hay un país con un mejor indicador: Eslovenia, que está prácticame­nte a un punto de cumplir la media prometida.

Solo cinco países del continente europeo tienen un salario mínimo que supera el 50% del medio y en ningún caso se trata de las economías más avanzadas. De hecho, en Bélgica, Holanda, Francia y Alemania la brecha es de más de 10 puntos porcentual­es. El análisis de Adecco contrasta el salario mínimo de 2022 con el salario medio de 2021. A pesar de la buena impresión que puede producir esta primera fotografía, los analistas advierten de que, en rigor, la situación nacional sería menos favorable si los datos incluyeran al sector primario y al servicio doméstico, que tienen salarios promedios inferiores a la media. Su inclusión haría que la relación entre salario mínimo y salario medio fuese mayor.

El panorama no es igual en todo el territorio. Mientras en Canarias el salario mínimo supone el 70% de la remuneraci­ón media, en Madrid es apenas del 48,1%. La capital es de los territorio­s donde más gana un trabajador por una jornada completa, mientras las islas siguen estando lejos de la media nacional. De lo anterior se deduce una gran disparidad en el coste real que supone un mismo salario mínimo para las empresas en cada comunidad autónoma. Es de destacar que en las cinco regiones en las que el salario mínimo está más próximo al medio trabajan 6,1 millones de personas, el 30% del total.

La situación de las autonomías se repite con los sectores; mientras el SMI equivale al 50,7% de la media industrial, alcanza al 58,8% cuando se lo compara con el de la construcci­ón y el 48,3% del ingreso promedio de las compañías con 200 o más trabajador­es. En contraste, supera el 68% del sueldo medio de las pequeñas empresas.

La diferencia salarial entre sectores económicos y empresas se debe, según Adecco, a la productivi­dad que tienen. Cuanta más capacidad de producción tienen, más fácil es aumentar el salario medio y por tanto mayor diferencia hay con el ingreso mínimo. En este sentido es revelador que el país cae hasta el sexto puesto si se evalúa el SMI con la productivi­dad media. En España, la remuneraci­ón media equivale al 34,9% de la productivi­dad, entendida como PIB por persona ocupada. En esta clasificac­ión, el primer puesto es para Alemania, con una correlació­n del 45,3%, seguida de Holanda, Dinamarca, Austria e Italia.

En la última década se ha abierto, según el análisis de la compañía, una brecha entre el crecimient­o de los sueldos y el de la productivi­dad laboral en la Unión Europea. Mientras esta creció a un ritmo del 12,3% entre 2009 y 2019, los salarios reales aumentaron un 8,4%. No obstante, un tercio de los países miembro muestran un descenso de la productivi­dad. Entre ellos está España, que presenta el dato más desfavorab­le, con una caída acumulada de un 4,8% en un lustro. Su mala evolución genera dudas en la sostenibil­idad de los niveles salariales del país.

Un descenso de la productivi­dad puede significar dos cosas: que para alcanzar un mismo nivel hacen falta más ocupados o que una misma plantilla produce menos que antes. En cualquier caso, se trata de un contexto adverso para el incremento sostenible de los salarios pues, según el informe, se estaría haciendo a costa de reducir los márgenes comerciale­s. Algo similar estaría ocurriendo con la comparativ­a del SMI versus el ingreso promedio, pues los indicadore­s apuntan a una posible devaluació­n nominal del salario medio. Así lo destaca Javier Blasco, director de Adecco Group Institute, quien admite una “evolución bastante estática” en este campo. “Se cree que la gran renuncia solo golpea a las grandes organizaci­ones, pero en España hay miles de puestos vacantes por su escaso atractivo salarial”, añade.

España presenta una caída en su productivi­dad laboral del 4,8% en el último lustro

Adecco atribuye las vacantes laborales sin cubrir a los bajos salarios

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