Los coches asiáticos pisan fuerte en las carreteras europeas
Los admiradores de las películas de James Bond (y, de paso, también de los coches) guardan en su memoria la impresionante lista de automóviles que han aparecido a lo largo de los años en las adaptaciones de las novelas de Ian Fleming. Aston Martin, Jaguar, Lotus, Audi, Ford, BMW, Lincoln, Range Rover o Bentley son algunas de las marcas de lujo que han figurado en las películas de 007 y son también el símbolo del poderío occidental en el mundo del motor. La creciente competencia de las compañías automovilísticas asiáticas ha ido transformando ese panorama, al menos en lo que se refiere a las cifras de negocio. En una coyuntura actualmente muy compleja para el sector, con unas matriculaciones en caída libre por la crisis de microchips, Hyundai, Toyota y Nissan han sido los únicos fabricantes del top 10 que han conseguido aumentar sus entregas en Europa el pasado mes de mayo. Puede que no tengan el glamour de un Bentley, pero ahora mismo tienen en sus manos las teclas del mercado.