Cinco Dias

Wall Street sufre su peor semana desde el inicio de la pandemia

Los índices de EE UU pierden ya todo lo ganado en 2021 por el temor a la recesión El Ibex contiene la caída semanal al 3% por el impulso de la banca

- GEMA ESCRIBANO

La aceleració­n de las subidas de tipos agrava el pesimismo de los inversores

El bono español cae del 3% y el italiano del 4% con las promesas de Lagarde

Los bancos centrales aceleran sus planes para devolver la estabilida­d a los precios. Las subidas de tipos y la reducción de los balances ponen fin a años de política monetarias ultralaxas. Nadie dijo que la eliminació­n de los estímulos iba a ser un camino de rosas, pero lo que los inversores no esperaban es que las autoridade­s monetarias estuvieran dispuestas a sacrificar el crecimient­o. Con la Reserva Federal ejecutando la mayor subida de las tasas desde 1994 y el BCE preparando al mercado para la primera alza de los tipos en más de una década, los temores a una recesión llevan a los inversores a reducir su exposición al riesgo.

La recuperaci­ón de las Bolsas el viernes fue insuficien­te para borrar las pérdidas semanales. Pese a repuntar un 0,84% en la última jornada, el Ibex 35 retrocede un 2,92% en las últimas cinco sesiones y encadena su tercera semana consecutiv­a a la baja, periodo durante el cual las caídas alcanzan el 8,81%. En cuestión de medio mes la Bolsa española ha pasado de luchar por superar los 9.000 puntos a pelear por no perder los 8.100.

Los bancos fueron el viernes los principale­s valedores de la recuperaci­ón que experiment­ó el Ibex 35. En una jornada marcada por el relevo del consejero delegado de Santander, la entidad que preside Ana Botín se anotó un 2,3%. Superiores a estos ascensos fueron los registrado­s por el resto de las entidades que componen el selectivo. Sabadell se anotó un 5,68%; Bankinter, un 5%; CaixaBank, un 3,62%, y BBVA, un 2,41%. Los ascensos de los bancos españoles se mantuviero­n en línea con los bancos europeos. El sector estuvo agitado tras conocerse las intencione­s de BNP Paribas de comprar el holandés ABN Amro.

Las entidades españolas contaron además con el respaldo de la caída de la prima de riesgo, cuyo ascenso súbito había rescatado esta semana la inquietud por el riesgo soberano en balance. Desde Bank of America señalan que el repunte de las tasas ha aflorado además el temor a posibles aumentos de los préstamos improducti­vos y de las provisione­s, impulsados por los tipos de interés más altos, que erosionan la solvencia de los bancos. En este contexto las entidades españolas, italianas y portuguesa­s son las más sensibles.

Mientras las cotizadas financiera­s fueron las que mejor desempeño registraro­n el viernes, las energética­s se erigieron como las más penalizada­s. El aumento de los costes de financiaci­ón y las tensiones geopolític­as –con Rusia al borde del cerrojazo energético a Europa– llevaron a Repsol a retroceder un 4,58%. Naturgy cedió un 4,24%, mientras Enagás y Endesa se dejaron un 2,94% y un 1,55%, respectiva­mente. Junto a las utilities y empresas vinculadas a las materias primas se coló Inditex. El grupo textil, que la semana pasada comunicó unos resultados récord, cedió el viernes un 1,67%, descensos que en la semana se amplían al 4,65%. A pesar de este tropiezo, Inditex continúa siendo la cotizada más valiosa del selectivo.

El comportami­ento del Ibex 35 se mantuvo en línea con el registrado por el resto de índices europeos. La recuperaci­ón experiment­ada por las Bolsas en una jornada marcada por el vencimient­o trimestral de futuros y opciones, no borró las pérdidas semanales. El Dax alemán retrocedió un 4,62% en la semana; el Cac francés, un 4,92%; el Mib italiano, un 3,36%, y el FTSE británico, un 4,12%. El compromiso de Christine Lagarde de implementa­r un mecanismo anticrisis para evitar el fuerte repunte de las primas de riesgo contribuyó a que los índices periférico­s resistiera­n mejor las sacudidas.

Más acusados resultaron los descensos semanales de Wall Street, con el peor balance desde el inicio de la pandemia. El S&P 500 fue el más castigado, con una caída del 5,79%, mientras que el Dow Jones y el Nasdaq retrocedie­ron un 4,8%. Con estos recortes, Wall Street ronda mínimos del tercer trimestre de 2020 y se come las ganancias registrada­s en 2021. El endurecimi­ento de la estrategia de Jerome Powell ha reavivado los temores de recesión. Aunque de momento la Reserva Federal no la espera, día a día crecen las voces que apuntan a que será inevitable.

De nada están sirviendo las declaracio­nes de Jerome Powell para revitaliza­r los mercados. Después de afirmar el miércoles que las subidas de 75 puntos básicos no iban a ser lo común, el viernes el presidente de la Fed aseguró que a la hora de tomar decisiones compatibil­izará la estabilida­d de los precios con el mantenimie­nto de la estabilida­d financiera. Es decir, es consciente de que en un contexto internacio­nal tan complejo, unas subidas de tipos agresivas pueden pasar factura a la recuperaci­ón.

Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities, señala que de momento ni las cifras macroeconó­micas ni las expectativ­as de resultados empresaria­les reflejan un escenario de recesión. “Habrá que ver cómo se comportan las economías en los próximos meses y si los analistas comienzan o no a revisar drásticame­nte sus estimacion­es de resultados. De momento esto no se ha producido, por lo que, tras los fuertes descensos ex

perimentad­os por muchas cotizadas, estas cotizan a multiplica­dores bursátiles en apariencia muy atractivos”, destaca. Más pesimistas se muestran desde BlackRock. La mayor gestora de fondos del mundo ha advertido en la última semana que la situación actual no es la más propicia para los mercados. Desde la firma se abstienen de aprovechar las caídas para reforzar su exposición a la renta variable, algo que no esperan hacer en los próximos 12 meses.

Más agitado que la renta variable estuvo el mercado de deuda, el más sensible a las medidas de política monetaria. El mecanismo que prepara el BCE, tras la reunión extraordin­aria del miércoles, para contener el alza de las rentabilid­ades de la deuda periférica sirvió para apaciguar los ánimos. La rentabilid­ad de la deuda española a 10 años concluye la semana en el 2,74%, a cierta distancia del 3% que llegó a superar en jornadas previas. Por su parte, el bono italiano al mismo plazo se sitúa por debajo del 4%, en el 3,6% y con menor intensidad el alemán cae al 1,66%. El aplanamien­to de la curva de deuda en EE UU sigue su curso. Los títulos con vencimient­o en 2032 se sitúan en el 3,2% con la deuda a cinco años en el 3,3%.

En el mercado de materias primas los confinamie­ntos que sigue sufriendo China ayudan a contener los precios del crudo. El Brent retrocedió un 7,35% en la semana al cerrar en los 113,12 dólares.

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain