Los accionistas y los ejecutivos de Iberdrola están encantados de haberse conocido
Iberdrola subirá el dividendo en proporción a cómo lo hagan los beneficios, una decisión razonable dado que la inversión de la compañía ya es grande, y que le permite premiar a los accionistas, que respondieron el viernes al llamamiento a acudir a la junta. Superaron el 70% de cuórum por dos puntos, y se llevaron un pequeño incentivo. Los inversores mostraron un enorme apoyo a Ignacio Galán y su equipo: el 95,78% de los asistentes aprobaron su paquete salarial, un porcentaje que contrasta con cierta tendencia a poner en solfa los sueldos de los ejecutivos. La solidez del negocio de la compañía parece fuera de duda (y es que las eléctricas suelen salirse con la suya en sus dimes y diretes con el Gobierno a cuenta del precio de la energía). Entre sus apuestas de futuro, resulta especialmente interesante la de Asia, y en concreto la de Japón, un país que ha sufrido y abordado antes que EE UU y Europa los problemas de la estanflación y de los riesgos de depender en exceso de otros países.