Entre la moda lenta y la rápida, se trata de hallar la velocidad de crucero
Lo que los ecologistas, anticapitalistas y anticonsumistas en general llevan diciendo durante décadas se ha convertido en mainstream,o sea, pensamiento generalizado (aunque de momento más teoría que práctica). Que lo de comprar ropa que luego no se usa, o tirarla en cuanto tiene un pequeño roto, no era viable; ahora se dice sostenible, pero el mensaje es el mismo. La consecuencia inevitable parece el decrecimiento, aunque lo suyo es que se produzca de forma también sostenible, para que no se transforme en destrucción. Incluso Shein, paradigma de la fast fashion se apunta a la sostenibilidad con su nueva línea EvoluShein. El objetivo debe ser, tanto en este sector como en otros, encontrar la velocidad de crucero, que permite un tráfico fluido.