Las comunidades de vecinos, la última frontera de la descentralización
Ikea lo llamaría la república independiente de tu comunidad de vecinos; a la serie La que se avecina (o en su momento a Aquí no hay quien viva) le puede dar mucho juego. Ciertas modificaciones que se preparan en la Ley de Propiedad Horizontal permitirán que las comunidades veten la entrada a la piscina o al jardín a los vecinos morosos: habrá que ver quién y cómo ejecuta esa medida. Más trascendente aún puede ser la opción de que apliquen intereses por encima de los legales a la deuda del interfecto. Los expertos temen que haya abusos de poder, y que haya que esperar a la jurisprudencia para que se aclare el panorama.
Estos cambios se producen en paralelo al incremento de personalidad jurídica de las comunidades, con el objetivo de que puedan encontrar financiación para obras. Puede ser la última frontera de la descentralización, la consagración definitiva de esta estructura de poder en España.