Zalando pierde el 75% de su valor en Bolsa en un año tras su boom de la pandemia
En ese plazo se ha dejado cerca de 20.000 millones de capitalización Sufre ante la recuperación del comercio físico y el contexto macro
La plataforma de venta online de moda Zalando ha pasado, en un año, de la pujanza que le daba el éxito cosechado en la pandemia a un periodo de sufrimiento en el negocio y en Bolsa. La compañía alemana, que anunció el jueves una significativa rebaja de sus previsiones para el conjunto del año 2022, rozó durante el viernes caídas bursátiles del 20%, que después se estabilizaron al entorno del 10% y, en la recta final de la sesión, se aliviaron hasta un cierre con un retroceso del 1,5%.
Una especie de tregua por parte del mercado a una empresa que viene sufriendo desde hace tiempo. Justo hace un año sus acciones superaban los 100 euros, y su valor en Bolsa superaba los 25.000 millones. A cierre del viernes, el precio por título era de 25,14 euros y su capitalización, de 6.500 millones, Una pérdida de más del 75%, después de vivir una auténtica explosión de demanda y de buenos resultados a partir del segundo trimestre de 2020, en plena pandemia del Covid-19.
Aquel año sus ventas crecieron un 30% y su beneficio se dobló, también gracias a una tasa de devoluciones muy inferior a las cifras habituales. Los artículos que se compraban entonces, de mayor uso doméstico, no generaban tanto problema de tallaje. El número de clientes superó los 30 millones y la cifra de pedidos se disparó un 25%. Tras anunciar esos resultados, hizo pública su gran ambición a futuro: vender 30.000 millones en 2025 y copar el 10% del mercado europeo de la moda.
La buena tendencia siguió durante 2021, hasta que el comercio físico empezó a recuperar la normalidad y las turbulencias macroeconómicas empezaron a aflorar. Su beneficio neto en el cuatro trimestre fue un 60% inferior al del año anterior, y el del conjunto del ejercicio se redujo en un 18%. Pese a ello, la compañía trazó unas previsiones optimistas para 2022, que primero rebajó a la parte baja de las horquillas planteadas para finalmente, reducir la estimación de ebit a la mitad y trazar un crecimiento de ingresos de entre apenas el 0% y el 3%.
El motivo, el “deterioro de las condiciones macroeconómicas durante el segundo trimestre, con el índice de confianza del consumidor de la UE acelerando su caída en junio”. Está por ver si, como ya dicen algunas voces, se trata de una cuestión de modelo y no de coyuntura.