Técnicas Reunidas baja el 13% en Bolsa por los problemas en Argelia
Las acciones de Técnicas Reunidas cayeron ayer un 13% en Bolsa después de que un consorcio formado por la compañía estatal argelina Sonatrach y la británica Neptune Energy solicitara la ejecución de avales por valor de 80 millones de euros del complejo de hidrocarburos Touat Gaz, en Argelia. La decisión fue comunicada el viernes después del cierre del mercado, por lo que el castigo bursátil debió esperar hasta el lunes.
La instalación comenzó a exportar gas en septiembre de 2019, y Técnicas ha asegurado ante la CNMV que su cliente emitió en junio de 2020 el certificado de aceptación provisional de la planta. La planta tiene capacidad para procesar 13 millones de metros cúbicos de gas diarios, y después de que el cliente mostrara conformidad con su funcionamiento, la compañía que preside Juan Lladó reclamó una compensación en octubre de 2020 “por los costes adicionales incurridos”.
Técnicas Reunidas argumenta que este proceso negociador es “habitual en proyectos de esta naturaleza”, y añade que los contactos se han mantenido durante todo 2021 y 2022. El contrato para la construcción de la planta se firmó en 2013, por 1.000 millones de euros. La empresa ha citado las malas relaciones diplomáticas entre Argelia
Los socios de un gran proyecto de gas prevén ejecutar avales de la empresa por 80 millones
y España y, de hecho, la petición de ejecución de los avales tiene fecha del 8 de junio, poco después del giro del Gobierno español respecto al Sáhara Occidental.
Técnicas Reunidas es uno de los valores de la Bolsa que más ha sufrido el impacto de la pandemia. La ingeniería ha perdido un 70% de su valor desde marzo de 2020, y ha tenido que ser rescatada este febrero por la SEPI con una inyección de 340 millones de euros, una de las más cuantiosas desembolsadas por el fondo de rescate. Esta se canaliza a través de un préstamo ordinario de 165 millones y un segundo crédito participativo por un importe de 175 millones.
La empresa perdió 192 millones el año pasado, castigada por la sequía de nuevas adjudicaciones y la obligación de reconfigurar los proyectos en curso. Sus ingresos ordinarios durante el año pasado cayeron un 20%, hasta los 2.808 millones de euros.