Bruselas aprueba la entrega a España de 12.000 millones, pero recela de las pensiones
El desembolso aún necesita el visto bueno de todos los Estados miembros Advierte del riesgo de un agujero fiscal significativo en el sistema
Bruselas dio ayer su aprobación preliminar al segundo pago de 12.000 millones de euros a España tras constatar el cumplimiento de 40 compromisos contemplados en el plan nacional de recuperación. Este desembolso, que aún debe ser aprobado por los Estados miembros de la Unión Europa en un plazo de cuatro semanas para hacerse efectivo, representa el pago más grande y se sumaría al anticipo de 9.000 millones de euros y al primer pago ordinario de 10.000 millones que España recibió en 2021.
La Comisión ha dado el visto bueno tras constatar que el país ha acometido las medidas pactadas para el desembolso, entre ellas la reforma laboral y parte de la de las pensiones. Tras este dictamen, toca el turno del Comité Económico y Financiero de examinar el expediente y dar su opinión sobre el cumplimiento de los 31 hitos y nueve objetivos ejecutados a lo largo del segundo semestre del año pasado. Si también lo avalan el desembolso será autorizado de manera definitiva.
El Gobierno presentó la solicitud el pasado 30 de abril a través de la Secretaría General de Fondos Europeos, dependiente del Ministerio de Hacienda y Función Pública. Es el primer Estado miembro en exigir este segundo pago, con el que España habría obtenido ya 31.000 millones, casi la mitad del total de 69.525 millones de euros en transferencias que le corresponden del fondo Next Generation.
El pago está asociado a una serie de reformas clave en el mercado de trabajo, el sistema de pensiones y la transición verde y digital. Incluye la aprobación de la reforma laboral, la puesta en marcha del mecanismo Red de flexibilidad y estabilización del empleo, la promoción de nuevas normas para la negociación colectiva, y otros objetivos planteados en el punto 23 del plan de recuperación.
Bruselas hizo un llamamiento especial a España ante el riesgo de un “agujero fiscal significativo” en el sistema de pensiones, por lo que instó al Gobierno a completar todas las medidas pactadas en este ámbito para garantizar su sostenibilidad a corto, medio y largo plazo. Por ello, reclamó la necesidad de acometer la segunda parte de la reforma
Con este segundo pago, España habrá recibido casi la mitad del dinero que le toca
de pensiones comprometida con la Comisión para final de año a cambio de otros 10.000 millones. Bruselas dio el visto bueno a la primera fase de esta reforma (que incluye la revalorización de las pensiones con el IPC; los incentivos para retrasar la edad efectiva de jubilación; la nueva regulación de los planes de pensiones de empleo en las empresas, y el futuro sistema de cotización de los autónomos, que podría ser acordado en horas o días). Pero también mostró su preocupación por el nuevo mecanismo de equidad intergeneracional, que sustituye al factor de sostenibilidad del PP, “que es probable que derive en un incremento importante del gasto público en proporción al PIB con el paso del tiempo”.
Asimismo receló del ahorro estimado por el Ejecutivo con los incentivos a retrasar el retiro. Por esto, urgen a que la segunda fase de la reforma “adecue” los años que se tienen en cuenta para calcular la pensión y la base máxima de cotización.