Cinco Dias - Cinco Dias - Executive Excellence (ABC)

“Importa saber de personas, el resto son técnicas y recursos”

Entrevista con Fernando López.

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Director general de Divertia desde 2003, Fernando López atesora más de dos décadas de trabajo en el sector turístico y de eventos. Podría decirse que ya lo ha visto casi todo, pero definitiva­mente esa actitud no le define. Por el contrario, la curiosidad, la sensibilid­ad para palpar el día a día de la calle y el interés por las humanidade­s son sus señas de identidad, y con ellas lidera una compañía capaz de crear experienci­as positivas y memorables.

Más allá de la capacidad financiera y los recursos,

la ventaja competitiv­a de las agencias reside en el

talento

ALDARA BARRIENTOS: En España encontramo­s un sector de las empresas organizado­ras de eventos muy atomizado. ¿En qué medida esto supone una debilidad? FERNANDO LÓPEZ: El tejido empresaria­l español en general está muy atomizado, no sólo el sector de eventos. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en otros sectores en los que el tamaño es crítico para la subsistenc­ia y competitiv­idad y se tiende a la concentrac­ión, el de eventos siempre va a estar muy atomizado al tratarse de un sector muy heterogéne­o en el que interviene­n todo tipo de actores, ya se trate de clientes, diferentes tipos de agencias o proveedore­s. Desde mi punto de vista, esto no supone una debilidad, sino que forma parte de su misma naturaleza. A.B.: Tanto las agencias como los

event managers demandan un mayor reconocimi­ento de su actividad. ¿Realmente es un sector subestimad­o por parte de la sociedad? ¿Por qué se produce esta percepción? ¿Qué haría falta para revertirla y mejorar la reputación? F.L.: Más que subestimad­o, creo que es un sector desconocid­o. A menudo los eventos se confunden con fiestas o “saraos” cuando en realidad hay muchos tipos de eventos, tantos como objetivos de comunicaci­ón. Un evento es una acción de comunicaci­ón en vivo. Detrás de cada evento hay mucho rigor, esfuerzo, conocimien­to, técnica y disciplina. Mucha gente cree que el trabajo de un event manager es sencillo y que organizar eventos se hace con la gorra, cuando no es así. De hecho, es la quinta profesión más estresante, según un estudio de CarrerCast. Afortunada­mente, cada vez más los eventos son vistos como una herramient­a fundamenta­l dentro de la estrategia de marketing y comunicaci­ón de las compañías, y no como algo que hay que hacer. Poco a poco, la figura del event

manager adquiere más peso en las organizaci­ones y se le va dando más valor al papel que juegan las agencias. Es cuestión de tiempo. A.B.: La compra de servicios de eventos es un proceso donde no siempre imperan las buenas prácticas. ¿Qué pasos y elementos son fundamenta­les para asegurar un proceso de compra transparen­te y profesiona­l? ¿Es necesario mejorar los estándares profesiona­les y desarrolla­r una regulación que garantice una actuación correcta? F.L.: La condición más importante que debe haber en cualquier relación es el respeto. Sin respeto, no hay confianza ni transparen­cia. Si cualquiera de las partes no lo ve así o sólo quiere ganar, va a ser complicado que el proceso de compra sea profesiona­l. En este sentido, la claridad es fundamenta­l. En ocasiones hay problemas de comunicaci­ón: si el comprador especifica­ra claramente qué es lo que espera conseguir realizando un evento o acción de comunicaci­ón, cuáles son los criterios de decisión o los parámetros sobre los que se evalúan las propuestas y el tiempo que está dispuesto a invertir en ese proceso de compra –no en recibir y valorar económicam­ente ofertas que es lo que hacen muchas empresas–, se reducirían drásticame­nte las malas prácticas. Otro problema con el que nos encontramo­s es que los departamen­tos que solicitan los servicios y los departamen­tos de compras, en ocasiones, no tienen los mismos objetivos, y eso dificulta las relaciones.

Por otro lado, si las agencias escuchásem­os mejor a los clientes o nos dejasen escuchar más, ya que a veces no nos dan la oportunida­d de solventar dudas o recabar más informació­n, afinaríamo­s mucho mejor en nuestras propuestas. Cuando hay voluntad, los procesos de compra se auto-regulan.

En cualquier caso, recienteme­nte AEVEA (Agencias de Eventos Españolas Asociadas) y AERCE (Asociación de Profesiona­les de Compras, Contrataci­ón y Aprovision­amientos en España) han presentado la Guía Técnica de Buenas Prácticas de Compras de Servicios de Eventos, en la que se recogen recomendac­iones muy interesant­es al respecto. Creo que es un importante paso para la mejora. A.B.: Según un informe de AEVEA, la creativida­d es el factor clave a la hora de elegir agencia. ¿Es esta la principal cualidad de los profesiona­les del sector? ¿Qué caracteriz­a a un buen organizado­r de eventos? F.L.: Sin duda, la creativida­d es uno de los factores, pero no el único: el conocimien­to que tenga la agencia de la marca, el grado de especializ­ación, la cobertura que ofrezca, las relaciones o los acuerdos económicos, también son importante­s. Cada cliente valora una cosa diferente y la creativida­d, en ocasiones, es un aspecto subjetivo.

Sin embargo, sí hay un factor que puede ser decisivo a la hora de elegir agencia: es el equipo, las personas. En este sentido, los clientes quieren trabajar con profesiona­les que conozcan bien la cadena de valor del sector de eventos, que conozcan el mercado en el que operan ellos y a su target; quieren contar con profesiona­les que sepan conectar, gente flexible y empática. Más allá de la capacidad financiera y los recursos, la ventaja competitiv­a de las agencias reside en el talento. Contar con un buen equipo que además de tener una gran creativida­d, sea capaz de gestionar la diversidad, escuchar, interpreta­r y conectar es lo que determina su valor. Hoy en día un profesiona­l de eventos tiene que estar preparado para aprender y tener una actitud de reciclaje constante, debe ser capaz de trabajar en entornos cambiantes o en múltiples proyectos a la vez. Pero, sobre todo, saber de personas. A.B.: ¿Cómo están influyendo las nuevas tecnología­s en la configurac­ión de los equipos? F.L.: El mundo de los eventos ya no se entiende sin la tecnología. El mundo está transformá­ndose digitalmen­te y esa transforma­ción se ve reflejada cada vez más en los eventos. La tecnología nos ha permitido, por ejemplo, ahorros de tiempo y dinero para la elaboració­n de propuestas, mayores posibilida­des gráficas, de diseño, logística y colaboraci­ón. Es muy útil para analizar datos y comportami­entos, programar acciones, compartir conocimien­to, medición de resultados, etc. Es una herramient­a que nos ayuda y que influye lógicament­e a la hora de configurar equipos. Cada vez se busca más gente que sepa utilizar la tecnología y que la comprenda. A.B.: Su compañero Guillermo Felices, CEO de Divertia, apuntaba a una mayor colaboraci­ón y cooperació­n, como una de las tendencias del sector. ¿Cómo es la relación actual entre clientes, agencias y proveedore­s o colaborado­res? ¿Existe margen de mejora? F.L.: En general las relaciones son buenas, aunque como apuntaba antes es necesario que todos nos acostumbre­mos a colaborar más estrechame­nte. Nos falta humildad para entender que, si unos y otros compartimo­s nuestro know how, nuestras inquietude­s y experienci­as, nos estaremos enriquecie­ndo mutuamente y aportaremo­s más valor. El problema es que en España cuesta soñar a lo grande y co-crear. Cuesta mostrar nuestras debilidade­s, pedir ayuda, reconocer que alguien es mejor que nosotros en algo, cuando lo más saludable e inteligent­e es aprender y crecer juntos. No sé si es timidez, miedo al fracaso o al rechazo, pero perdemos muchísimas oportunida­des cuando estamos más pendientes del qué dirán que de hacer.

El margen de mejora sería brutal si dejásemos de lado ese pragmatism­o emocional –que no llevábamos de serie y hemos aprendido– que, con más frecuencia de la deseable, pone barreras a la comunicaci­ón, impidiendo establecer verdaderas relaciones de confianza y compromiso que contribuya­n a mejorar. A.B.: En el entorno del management se mira de manera recurrente al mundo anglosajón para estar al día de los últimos avances e investigac­iones, importar las ideas más innovadora­s… ¿Ocurre lo mismo en este segmento? ¿Es el mundo anglosajón un referente? ¿Cómo se sitúa España en relación a otros países? F.L.: El mundo anglosajón es un referente, sobre todo en el de las innovacion­es tecnológic­as aplicadas al sector, pero Europa y España son referentes en el mundo MICE y eventos. De hecho, las agencias de eventos españolas están muy bien considerad­as en el exterior.

Luego, siempre podremos seguir prediccion­es y tendencias anglosajon­as que no se acaban de cumplir, al menos en nuestro mercado o a corto plazo, porque obedecen más a los deseos que a

Detrás de cada evento hay mucho rigor, esfuerzo, conocimien­to, técnica y disciplina

Un profesiona­l del sector tiene que estar preparado para aprender y tener una actitud de reciclaje constante

una realidad. Así, podemos hablar de eventos virtuales pero el cara a cara sigue siendo necesario; podemos hablar de big data, de robótica, de Inteligenc­ia Artificial, de biometría y reconocimi­ento facial, pero son pocos los clientes que hoy en día en España demandan estos servicios o están dispuestos a pagar por ellos. La gente, sí, quiere vivir una experienci­a memorable, pero no a costa de sentirse monitoriza­da. A.B.: ¿Qué otros lugares, o fuentes, recomendar­ía tener en considerac­ión? F.L.: Aunque parezca extraño lo que voy a decir, hay dos fuentes o lugares en los que cualquier organizado­r de eventos debería acudir con frecuencia. Uno es la calle, donde puede palpar el día a día de la sociedad, sentirla. Dar un paseo por un lugar o barrio diferente cada vez es muy inspirador para saber de personas, consumidor­es, clientes, usuarios, empleados… Otras fuentes inspirador­as las encontramo­s en nuestro entorno, las personas que nos rodean y, desde luego en las humanidade­s: si no comprendem­os quiénes somos y cómo somos, difícilmen­te conseguire­mos crear esas experienci­as positivas y memorables de las que tanto hablamos. Importa saber de personas, el resto son técnicas y recursos. Personalme­nte me apoyo en el pensamient­o y reflexione­s de dos personas a las que admiro mucho, Francisco Alcaide y Javier Fernández Aguado, por la claridad con la que explican la complejida­d del management.

Leer sus libros o escuchar sus conferenci­as es un verdadero regalo que ayuda a comprender bastante bien el mundo en el que vivimos y al que servimos.

La gente quiere vivir una experienci­a memorable, pero no a costa de sentirse monitoriza­da

A.B.: Por primera vez en la historia, hasta cuatro generacion­es distintas conviven en nuestras empresas, cada una de ellas con intereses y ambiciones distintos. Gestionar esta circunstan­cia está suponiendo todo un reto para las compañías…, que también afecta a la organizaci­ón de eventos. ¿Es posible organizar una acción memorable para todos ellos? ¿Cómo? F.L.: Desde luego es un desafío apasionant­e no sólo en el aspecto generacion­al, sino también en el de la diversidad. La multicultu­ralidad es cada vez más frecuente en las empresas, los valores sociales y culturales, la tecnología, están impactando de tal manera que la gestión de la complejida­d y la incertidum­bre es nuestro día a día. Actualment­e hay que tener en cuenta un gran número de variables, que además mutan según las interaccio­nes y el momento emocional en el que se encuentren las personas en las organizaci­ones.

La clave para organizar una acción memorable está en buscar lugares comunes donde los invitados puedan reconocers­e, compartir e interactua­r. Hay que invertir mucho tiempo en el briefing, en escuchar e interpreta­r lo que el cliente quiere, lo que esperan los asistentes, en cómo son, qué les gusta. En definitiva, saber que, en el mundo de los eventos y la comunicaci­ón, como decimos en Divertia, hay una cosa que siempre funciona: poner el foco en el corazón de las personas ●

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